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Si la ciencia fuera una señora
Estudio en una preparatoria de Campeche. Hace unos días, la maestra de biología nos dejó de tarea un ejercicio muy chistoso, pero interesante que quisiera compartir con ustedes y que a su vez ella llevó a cabo en un curso de divulgación de la ciencia que tomó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Nos preguntó ¿cómo describirían a la ciencia si se tratara de una señora?
¿Pueden imaginarse las respuestas? Hubo de todo: desde una señora delgada, alta, de ojos azules, mirada severa y pelo rubio, hasta una gordita bonachona, dulce y accesible. Pero lo interesante aquí –nos lo hizo ver la maestra- es que nos fuimos todos a los extremos y fueron muchos más los que se inclinaron por describir a la ciencia como extranjera, rígida y seria, que quienes nos fuimos por verla como mexicana, accesible y amena. ¿Por qué?
Bueno, aunque sabemos que se hace investigación científica en México, no se le da suficiente importancia; porque creemos que todo, absolutamente todo, viene de afuera y no valoramos lo que hacen los investigadores mexicanos. ¿Cómo lo vamos a valorar si no sabemos -por lo menos aquí donde yo vivo-, exactamente qué hacen, dónde, cuándo...si no tenemos acceso a sus publicaciones porque no llegan o porque las pocas que llegan están atrasadísimas o manejan un lenguaje muy especializado que incluso es difícil de entender para los propios maestros. ¿No se puede hacer algo al respecto? A lo mejor en la Ciudad de México hay muchas revistas y publicaciones científicas que son fáciles de entender, pero les aseguro que en el interior de la República no tenemos esa suerte...
Eréndira Pineda
Campeche, Campeche