Aquí estamos 142
Los custodios de la naturaleza
Francisco Javier Jiménez Moreno

¿Cómo ves?
El arte del bonsái consiste en cultivar árboles limitando su crecimiento mediante técnicas de poda, alambrado y trasplante con el fin de mantener en una maceta un árbol maduro tal como se aprecia en la naturaleza, pero en pequeño. No cualquier árbol en maceta es un bonsái; para serlo debe haberse cultivado siguiendo reglas de diseño y estructuración establecidas hace mucho en la cultura japonesa.
El arte del bonsái, difundido por las culturas china y japonesa a principios del siglo XX y poco después de la Segunda Guerra Mundial, está ganando adeptos en el mundo. A México lo trajo durante el Porfiriato el maestro bonsayista Tatsugoro Matsumoto.
En la ciudad de Puebla un grupo de entusiastas bonsayistas creó la Asociación Shihai Bonsái para conservar, transmitir, desarrollar y enseñar este arte. Esta asociación ofrece cursos y talleres en el Parque Ecológico Revolución Mexicana, donde se puede observar y fotografiar árboles de varias especies mexicanas que son verdaderas obras maestras. José María Cordero, maestro bonsayista, dice: “Para preparar un bonsái se debe ser paciente, humilde y constante”. Y añade: “Los bonsayistas somos custodios, pues los árboles pertenecen a la naturaleza, no a los hombres”.
Francisco Javier Jiménez Moreno
Estudiante de la Escuela de Biología
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla