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Desde el Jardín Botánico
Claudia Carolina Morelos Medina
¿Cómo ves?
Pasé una tarde excelente en el Jardín Botánico de la UNAM. Además de un lugar tranquilo para pasar el día, es un sitio idóneo para aprender, un espacio que resguarda colecciones de plantas únicas, raras o en peligro de extinción y un impor tante centro de investigación botánica para la conser vación.
En México han existido jardines botánicos desde la época prehispánica. Su flora diversa se utilizaba como alimento, medicina y para el comercio. En los jardines prehispánicos se cultivaban y clasificaban las diferentes especies de plantas de acuerdo con los tipos de suelo y clima originales. Uno de los más reconocidos por su diversidad y belleza era el de Netzahualcóyotl, ubicado en Texcoco, Estado de México; en el había muchas plantas medicinales de distintas regiones de Mesoamérica. Otro jardín botánico fue el de Oax tepec, en el Estado de Morelos, donde cultivaban árboles frutales, flores y plantas medicinales y al que acudía con frecuencia el emperador az teca Moctezuma II.
En el Jardín Botánico de la UNAM se realiza investi - gación botánica de frontera, se ejerce la enseñanza y se pueden disfrutar desde pequeñas y boluditas mamilarias hasta unas altas y rectas cactáceas columnares, sin olvidar a los espinosos nopales. Entre otras cosas, aquí se resguardan las colecciones nacionales de crasuláceas, agaváceas y cactáceas, siendo esta última la más grande e importante de México.
¡Es toda una experiencia visitarlo!
Claudia Carolina Morelos Medina
Pasante de ciencias de la comunicación FCPyS, UNAM