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Naturaleza en casa
Armando de Maria y Campos Adorno
¿Cómo ves?
Hay millones de hermosos jardines que necesitan grandes cantidades de agua de riego, mantenimiento constante e incluso muchos fertilizantes sintéticos pero ¿existen otras opciones que nos permitan seguir disfrutando de su belleza y enormes beneficios sin necesidad de todo eso? En efecto, existe una y se llama xerojardinería.
La xerojardinería surgió a principios de la década de 1980 en Colorado, Estados Unidos, a partir de un esfuerzo conjunto entre universidades, asociaciones civiles e instituciones gubernamentales como una alternativa viable y sustentable ante la escasez de agua y la vida cada vez más agitada que vivimos. Consiste en la posibilidad de crear un bello jardín, sin importar cuán grande o pequeño sea, usando plantas adaptadas a climas secos. Esto trae incontables beneficios. Uno de ellos es que se reduce hasta en un 70% el agua de riego con respecto a los jardines tradicionales, pues la mayoría de las plantas usadas —como el nopal, el cactus o el agave— están adaptadas y pueden vivir mucho tiempo sin agua. Por otro lado, la xerojardinería no necesita ningún tipo de fertilizante sintético lo que reduce considerablemente las horas hombre en mantenimiento y con ello el dinero invertido. Por último, se ha comprobado que los xerojardines pueden albergar mayor biodiversidad de flora y de fauna que los jardines convencionales.
Por ello, la xerojardinería es la manera perfecta de introducir la naturaleza en las ciudades con responsabilidad hacia el medio ambiente y el planeta. ¡Anímate a practicarla!
Armando de Maria y Campos Adorno
Estudiante de Historia Facultad de Filosofía y Letras, UNAM