Aquí estamos 219
Excelencia amarilla
Lizania López

Shutterstock
Hace días abrí un cajón de mi escritorio donde tenía muchos lápices y por primera vez me pregunté por qué todos eran amarillos. Decidí investigar rápidamente en Internet y encontré que antes de 1890 los lápices que se fabricaban tenían el color de la madera o se pintaban de colores oscuros. En ese año una compañía austriaca decidió fabricar un tipo de lápiz diferente. Sus dueños querían que fuera el más costoso y el de mejor calidad del mundo. Después de varias pruebas pintaron su exterior de color amarillo y el lápiz tuvo tanto éxito que hizo pensar que si un lápiz era de ese color era de excelente calidad.
Es por eso que otros fabricantes comenzaron a producir lápices amarillos y su popularidad llegó a todos los rincones de la Tierra. Hasta hoy miles de marcas siguen fabricando lápices de ese color que ya no es símbolo de calidad. Estamos tan acostumbrados desde niños a que los lápices comunes sean amarillos que difícilmente nos preguntamos por qué. Su forma, los materiales con los que se fabrican y su enorme utilidad son temas de otras historias.
Lizania López
Egresada del Bachillerato de la Ciudad de México.