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A pierna suelta

Rafael uriel Pérez

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¡Me encanta dormir a pierna suelta! Por eso investigué y descubrí que aunque dormir bien es una de las necesidades fundamentales del ser humano, no todos debemos dormir diariamente la misma cantidad de tiempo; depende de la edad y la etapa de la vida. Por ejemplo los niños deben dormir aproximadamente entre 10 y 14 horas; los adultos entre siete y nueve horas y los adolescentes entre ocho y 10 horas.

Durante el día realizamos diversas actividades físicas y mentales que producen distintas reacciones en nuestro cuerpo: desde sudoración leve hasta agotamiento excesivo por el desgaste de energía. Todas ellas requieren de la paulatina recuperación corporal y para ello es necesario ingerir vitaminas o alimentos energéticos y tomar siestas o dormir. Cuando una persona toma una siesta (que suele variar entre 30 minutos y dos horas) obtiene múltiples beneficios para el organismo, ya que no sólo se relaja, sino que también puede experimentar placer y recuperar energía para poder continuar con el resto de la jornada.

Ahora bien, dormir a plenitud por la noche es la mejor forma de descansar para nuestro organismo en general y muy importante para el cerebro aunque este ¡no deje de trabajar!, ya que durante la noche procesa lo realizado y aprendido durante el día. Por eso y más es indispensable dormir; en mi caso, hasta 10 horas…