De entrada 284
Estrella Burgos
No es ningún secreto que las actividades humanas tienen un impacto en nuestro planeta. Y a menudo ese impacto es negativo, en buena medida porque ya sumamos cerca de 8 000 millones de terrícolas que exigimos alimento, vivienda, agua, transporte y un sinfín de productos y ser vicios. La pregunta es hasta dónde podemos llegar de seguir como vamos, o en otras palabras, cuáles son los límites de la Tierra dentro de los cuales podemos vivir seguros, nosotros y las generaciones futuras. En el artículo de portada, Guillermo Murray Tortarolo nos dice las respuestas que ha encontrado la ciencia, los límites que ya hemos cruzado y qué podemos hacer para revertir en lo posible los daños causados. El tiempo apremia.
La pandemia de COVID-19 no es ajena a esos límites: al invadir hábitats de otras especies nos exponemos a las zoonosis, que son las enfermedades infecciosas que se transmiten de animales a humanos. Tratándose de virus, contamos con un arma muy poderosa y sorprendentemente simple: el jabón. Lavándonos con agua y jabón destruimos los virus y el agua se lleva sus restos al drenaje. Cómo funciona el jabón es lo que explica en detalle Hugo Castillo Sánchez, lo que lleva a pensar que este producto tendría que estar entre los inventos más importantes para nuestra supervivencia.
La lista de los límites del planeta incluye, desde luego, al cambio climático que ya estamos viviendo. Un ejemplo de lo dañino de sus efectos lo encontramos en los colibríes, pequeñas aves tan bellas, gráciles y veloces que han inspirado a los más grandes poetas. Los colibríes también son polinizadores, eso los convierte en esenciales para los ecosistemas que habitan y, por ende, para nosotros. David Prieto-Torres, Laura Nuñez Rosas y María del Coro Arizmendi escriben sobre los colibríes de México y cómo los afecta el aumento de temperatura, entre otras amenazas graves a su existencia.
Ahora más que nunca tenemos que cuidar a las especies del planeta si queremos seguir siendo una de ellas.