¿Quién es? 160

William Lee Alardín

Norma Ávila Jiménez

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La luz de las estrellas

Las estrellas de sistemas binarios con aproximadamente 10 veces la masa de nuestro Sol, antes de “estirar la pata definitivamente”, como dice William Henry Lee Alardín, director del Instituto de Astronomía de la UNAM (IAUNAM), “ofrecen el último encore: chocan liberando una cantidad bestial de energía”.

“Las estrellas generalmente forman sistemas binarios (sistemas de dos estrellas)”, explica este detective estelar. “En la etapa final, cuando las dos estrellas del sistema se han convertido en agujeros negros o estrellas de neutrones, empiezan a acercarse con una aceleración cada vez mayor hasta que chocan” y, como en un último alarido, emiten grandes cantidades de rayos gamma, la radiación más energética del Universo. Estos cataclismos se conocen como destellos de rayos gamma.

Desde hace 15 años William Lee investiga esa misteriosa despedida de los sistemas binarios compactos. El investigador, quien recibió la medalla Gabino Barreda en 1992 y la Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en 2009, señala que diversas observaciones astronómicas sugieren que este fenómeno ocurre en galaxias con poca formación de estrellas. Lee se ha dedicado a estudiar el fenómeno por medio de simulaciones en computadora.

De niño William Lee solía ir de campamento con su familia. “Lo típico era vernos con amigos los sábados a las 6:00 de la mañana en la caseta para salir hacia Tlaxcala, Morelos o el Estado de México”. De noche en el campo, disfrutaba ver lluvias de estrellas y localizar constelaciones y estrellas, como el Can Mayor y Altair. Estos campamentos definieron su vocación.

La serie de televisión Cosmos, de Carl Sagan, y un libro de instrucciones para construir un telescopio que le regalaron sus padres contribuyeron a ponerlo en el camino de la astronomía. “Cuando el cometa Halley se acercó a la Tierra en 1986, mi papá y yo construimos un telescopio. No vimos casi nada por lo reducido del campo de visión del telescopio, pero sí pudimos admirar los cráteres de la Luna”. Más adelante, Lee hizo el doctorado en astrofísica en la Universidad de Wisconsin.

Su pasión por el océano interestelar también está presente en su tarea como director del IAUNAM: “El personal del instituto ha demostrado gran capacidad para desarrollar proyectos internacionales. Cuando tomé el cargo, estos proyectos ya venían encaminados por el trabajo de la dirección anterior. A mí me toca seguir empujándolos y fomentar otros nuevos”. Entre los proyectos del IAUNAM que menciona Lee están el detector FRIDA, construido para el Gran Telescopio de Canarias, que permitirá obtener imágenes con óptima resolución; un aparato llamado Hydra, pulidor de espejos para telescopios que ya se usó para pulir uno de 80 centímetros de diámetro, encargado por la Universidad de Hawai; el detector de rayos gamma HAWK, que se construye en Puebla; la instalación de nuevos telescopios en el Observatorio Astronómico Nacional, ubicado en la sierra de San Pedro Mártir, Baja California, y la robotización del telescopio de metro y medio que ya está ubicado en ese lugar.

Cuando sus tareas administrativas y la luz de las estrellas le dejan tiempo, William Lee disfruta otro tipo de luz: la de la pintura de Monet, Degas, Renoir, Manet y Van Gogh. “El impresionismo y el postimpresionismo me enloquecen. Cuando estaba en el doctorado, cada vez que podía iba con mi esposa a ver la colección de arte impresionista del Art Institute de Chicago“. Lee disfruta ver películas infantiles con sus hijos y otras como La guerra de las galaxias, “que he visto como 80 000 veces”. Con esto me despido de él y le deseo que la fuerza lo acompañe.