¿Quién es? 171
Susana López Charretón
Laura Canales
Foto: Arturo Orta
Aprender de las batallas microscópicas
Hace unos meses, Susana López Charretón obtuvo el premio L'Oréal- UNESCO "La mujer en la Ciencia 2012" por sus investigaciones sobre el rotavirus. Susana me narra el momento: "La ceremonia es impresionante. Durante una semana muy intensa conocimos los laboratorios de L'Oréal y el Instituto Pasteur; pero sobre todo, fue muy divertido conocer a las otras mujeres ganadoras". La distinción se entrega cada año a cinco mujeres, una por cada continente. En esta edición se reconocieron investigaciones relacionadas con la salud.
Su carrera científica comenzó cuando cursó la licenciatura en investigación biomédica básica en la UNAM. Hoy trabaja en el Instituto de Biotecnología, donde hace investigaciones sobre los virus, agentes infecciosos que pueden causar enfermedades graves. Al evocar su época de estudiante, Susana López menciona que su licenciatura fue una de las experiencias más maravillosas que ha vivido. "Mi generación era muy pequeña: seis mujeres", dice. "Íbamos a tomar inglés al CELE, al teatro y también salíamos a bailar".
En el tercer año conoció al doctor Romilio Espejo, quien se convirtió en su tutor y amigo. "Era muy sólido en la investigación, un maestro estricto pero a la vez amable. Estudiaba los rotavirus, los cuales tenían pocos años de descubiertos. Era un campo donde había todo por conocer". El doctor Espejo le confió esa línea de investigación, pero la enseñanza más importante que sacó de él fue "su enorme generosidad".
La doctora Susana López Charretón es una persona sencilla. Desde el principio de la plática pide dejar de lado los formalismos. Hablar con ella es una invitación a sumergirnos en el diminuto y maravilloso mundo donde células y virus libran batallas por la supervivencia. En su laboratorio se estudia la acción de los astrovirus y los virus de la influenza, pero el trabajo principal se centra en los rotavirus. ¿Por qué el interés? Susana responde sin titubear: "El rotavirus provoca una gastroenteritis muy aguda en niños chiquitos. Se calcula que alrededor de medio millón de niños en todo el mundo mueren al año por esta enfermedad. Si comparamos el número de decesos, esta afección es más grave que el sida".
Las aportaciones científicas de López Charretón ilustran la evolución del conocimiento de la biología molecular sobre los rotavirus. "Comenzamos a ver de qué está hecho el virus, describir las proteínas. Fuimos de los primeros en secuenciar el genoma de uno de estos virus. También hemos examinado cómo ingresa el virus en la célula, así como su mecanismo de replicación. Ahora estamos analizando los elementos celulares necesarios para que el virus pueda infectar".
Susana explica: "Los virus son microorganismos que no pueden vivir por sí mismos, por lo que ingresan en una célula y le ordenan que trabaje para ellos con el fin de replicarse. Cuando un virus entra en una célula, ésta se prepara para evitar que se multiplique el invasor. Si el virus vence a la célula, causará enfermedades. Nuestra labor es entender las armas de ataque y contraataque entre virus y células".
Fuera del laboratorio y de su oficina, ubicados en el Instituto de Biotecnología de la UNAM, en Cuernavaca, la doctora López Charretón disfruta de hacer otro tipo de experimentos: cocinar. "Me encanta la cocina. Soy muy comelona. Además me ayuda a liberar las presiones". Otra actividad que disfruta es hacer deporte. En la preparatoria y en la licenciatura remaba y corría, y hoy practica pilates.
Su familia es su mayor tesoro. Con su esposo, el doctor Carlos Arias Ortiz, ha hecho equipo en el laboratorio y en la vida. Rodrigo, su hijo mayor, estudió finanzas y trabaja en Londres. Su hija menor, Alejandra, estudia fotografía. La doctora López Charretón aprovecha el escenario público para mostrar que se puede hacer ciencia en México y ganar premios, pero principalmente que la investigación es un camino muy placentero.
Personalmente
Lectura actual
El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger. Le encanta a mi hija y quiero saber qué le atrajo.
¿Qué órgano del cuerpo humano sería?
El corazón porque es la fuerza, el sentimiento, la pasión para vivir.
¿Inspiración o trabajo?
Los dos. La inspiración, si no trabajas, no funciona; puedes tener mucho trabajo, pero sin pasión ni inspiración tampoco funciona. Es un conjunto.