11 de diciembre de 2024 11 / 12 / 2024

¿Quién es? 194

Alejandra Figueroa Ríos

Concepción Salcedo Meza

Foto: Arturo Orta

El arte de tender redes

Para Alejandra Figueroa no hay límites en el logro de sus metas y sueños; debe su arrojo a su constancia y visión interdisciplinaria de las ciencias biomédicas. Trabaja día con día realizando experimentos en busca de fármacos que eviten dos tipos de cáncer que llevan a la muerte a millones de mujeres en el mundo; el de mama y el cervicouterino. Esta joven investigadora se apasionó primero por la biología y después por las neurociencias y la farmacología al participar en el Programa Piloto de Jóvenes hacía la Investigación. “Estaba en tercero de prepa cuando tuve la fortuna de hacer una estancia en el Instituto de Biología de la UNAM, trabajé con mamíferos, salí al campo a cazar roedores e hice experimentos. Fue una experiencia formidable estar en contacto con el mundo de la investigación”.

De niña era aficionada a diversas series de TV como El mundo maravilloso de Jacques Cousteau y se interesaba además por los concursos de ciencia. Ganó en la adolescencia el primer lugar en el Concurso de Química en los Umbrales del Siglo XX y este hecho la motivó tanto que decidió ser científica.

Durante la carrera de biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM se interesó mucho en el funcionamiento del cerebro; hizo su doctorado en ciencias biomédicas en el Instituto de Fisiología Celular y se especializó en neurofisiología. Para continuar su especialización viajó en 2003 al Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández en Alicante, España. “Fue una experiencia trascendente para mi formación y aunque el apoyo a la ciencia allá es mucho mayor respecto a México, observé que nuestra producción científica es de calidad, pese a los pocos recursos asignados a la ciencia”.

En 2005 la Dra. Figueroa Ríos se integró al Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM y más tarde a una nueva línea de investigación que encabeza la maestra Cristina Lemini Guzmán en el laboratorio de Farmacología Endocrina. Ahí estudian 17 aminoestrógenos sintéticos que pueden ser una alternativa a la terapia de reemplazo hormonal basada en estrógenos que comúnmente se administra a las mujeres. El problema es que los estrógenos son precursores de cáncer de mama y cervicouterino y favorecen el riesgo trombogénico (formación de trombos o coágulos en diversas zonas del organismo).

Los resultados de los experimentos son prometedores pues los aminoestrógenos inhiben el crecimiento de las células cancerígenas de útero y de mama. Esto se ha podido comprobar tanto en los cultivos como en los experimentos con ratas a las que se les inyectan los diferentes aminoestrogenos. “Con el tiempo se sabrá cuál de éstos es el más efectivo, porque no todos funcionan igual”, señala la investigadora.

Debido a que uno de los problemas que más aqueja a las mujeres por carencia de estrógenos es la pérdida de memoria, se ha observado que las ratas inyectadas con los fármacos en estudio la recuperan significativamente cuando se les pone a recorrer laberintos.

Desde jovencita a Alejandra le interesó siempre divulgar la ciencia; en 1997 fue anfitriona en la Sala de Biología Humana en Universum, lo disfrutó mucho y recuerda lo siguiente: “Un día estaba explicando a un grupo de niños y papás cómo nacen los bebés y un par de niños mostraban mucho interés, yo respondía a sus inquietudes y al final su papá me felicitó, supe que era un sexólogo muy destacado y pensé: ‘vaya no lo hice tan mal’”.

Ahora cada verano recibe a jóvenes de preparatoria en la Facultad para que hagan estancias de investigación; les muestra los experimentos en el laboratorio y cómo se hace la ciencia. Trata de motivarlos y, al igual que a sus alumnos de farmacología, les hace sentir que la ciencia es una labor fundamental. Su compromiso es formar nuevos investigadores porque el país requiere mejorar su situación a partir del avance de la ciencia, por eso trata de dar clases de calidad, pues está segura de que esto repercutirá en profesionales de calidad.

La trayectoria de constancia de Alejandra es una muestra de cómo se pueden romper los límites y por eso les dice a los jóvenes que todo está a su alcance, pues ella veía ser investigadora como algo inalcanzable y ahora lo es. Le aconseja a los jóvenes que se preparen y confíen en ellos para lograr lo que se propongan.

Personalmente

Deseo por cumplir
Viajar con mi hija y mi esposo y recorrer el maravilloso mercado de Estambul.

Miedo profundo
No llegar a ver crecer a mi hija.

Arte
La pintura, particularmente el fauvismo (de fauves, que en español significa fieras).

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