¿Quién es? 220

Miguel Ángel Ávila Rodríguez

Laura García Juárez

Foto: Arturo Orta

Física, medicina y teppanyaki

Los avances en física han permitido que nos encaminemos a uno de los mayores objetivos de la ciencia médica: la medicina personalizada. Con ella podemos realizar mejores diagnósticos y tratamientos de cada paciente, señala Miguel Ángel Ávila Rodríguez, responsable de la Unidad de Radiofarmacia-Ciclotrón en la Facultad de Medicina de la UNAM.

En esta unidad se producen los radionúclidos y radiofármacos para diagnosticar enfermedades oncológicas, neurológicas y cardíacas mediante Tomografía de Emisión de Positrones (PET) y Tomografía Computarizada (CT) en la Unidad PET/CT.

Originario de Magdalena, Jalisco, Miguel Ángel tuvo que abandonar la escuela al terminar la secundaria pues no había preparatoria en su localidad y sus padres no tenían los recursos para enviarlo a estudiar a Guadalajara. Seis años después, cuando por fin se inauguró el bachillerato, decidió continuar sus estudios y fue entonces que surgió su interés por la física y la medicina. “Tuve un excelente maestro de física que sembró la semilla de la curiosidad en mí, además el director de la preparatoria era médico y por mis buenas calificaciones me motivaba a estudiar medicina”.

Estudió física en la Universidad de Guadalajara y realizó su servicio social en radioterapia. Tras participar en el Verano de Investigación Científica en el Instituto de Física de la UNAM en la Ciudad de México, se aventuró a entrar en la recién creada maestría en física médica.

En el año 2000 lo invitaron a formar parte del grupo que pondría en marcha la Unidad PET-Ciclotrón de la Facultad de Medicina. “El PET, era una tecnología nueva en México, y yo no sabía que podíamos usar antimateria para hacer un estudio clínico (en el PET, se usan positrones que son la antipartícula del electrón). Además, en el ciclotrón hacíamos la transmutación de los elementos, convertíamos materiales estables en materiales radioactivos y unos elementos en otros a partir de reacciones nucleares”, comenta el investigador.

Miguel Ángel realizó su doctorado en la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, donde estudió el uso del ciclotrón para la creación de los radionúclidos, radiofarmacia y Micro- PET para el estudio en animales y controles de calidad de los radiofármacos. En abril de 2016, recibió el Premio al Mérito “Martín de la Cruz” de Investigación Química y Biológica, del Consejo de Salubridad General de la Secretaría de Salud, como reconocimiento a la producción y desarrollo de radiofármacos.

El Dr. Ávila señala que a pesar de que en los últimos dos años aumentaron los centros en el país que realizan estudios PET/CT, sólo hay seis ciclotrones funcionando, tres en la ciudad de México, uno en Guadalajara, uno en Monterrey y uno más en Guanajuato, y de esos seis el único que pertenece a una institución pública es el de la UNAM. Los estudios que se realizan en nuestra casa de estudios permiten detectar el estadio de enfermedades oncológicas y cardiacas así como realizar investigaciones de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.