¿Quién es? 226

Juan José Luis Carballo Cenizo

Verónica Ortega Ortiz

Beatriz Yáñez Rivera

Las esponjas, en la base de la evolución animal

En una pequeña aldea española junto al mar Juan José, de seis años, vio por primera vez a unos buzos sumergirse en el agua. Recuerda que en su infancia disfrutaba ver El mundo submarino, la serie de Jacques-Yves Cousteau en el único canal de televisión que había y se imaginaba a bordo del barco Calypso como parte de la tripulación del oceanógrafo francés que en alguno de sus recorridos llegó a Sinaloa a conocer la biodiversidad mexicana.

El profesor investigador está convencido de que la pasión y la convicción son los elementos que nos orientan a descubrir nuestra vocación profesional. Su entusiasmo por la naturaleza lo llevó desde pequeño a dedicarse a la biología, a pesar de que a sus padres no les gustaba que fuera buzo y hubieran preferido la carrera de medicina. “Llegué por casualidad a las esponjas, estudié biología y me dedicaba a la acuacultura. Un día me encontré a mi profesor de zoología que me propuso hacer el doctorado con él; como tardé una semana en decidirme, cuando llegué sólo quedaba el grupo las esponjas”. Le proporcionaron una colección sin catalogar y un director de tesis que no era especialista en ese campo de estudio, por lo que debió buscar en otras instituciones y poco a poco se fue enamorando de las esponjas.

El doctor Carballo trabajaba en una universidad española y después de concluir una estancia postdoctoral conoció a una mexicana de la que se enamoró y con la cual luego se casó; ahora forman una familia de cuatro hijos y un perro. Ella quiso regresar a México por lo que Juan José buscó trabajo en la Universidad Autónoma de Sinaloa, a través de un programa español de cooperación internacional de ciencia. Después de un tiempo pensó volver a España pero le propusieron una oportunidad laboral en la UNAM. Con emoción y agradecimiento cuenta: “desde mi entrada me ofrecieron elementos que nunca imaginé tener, me dieron un laboratorio y equipamientos. La UNAM no sólo te contrata sino que te da los medios para que desarrolles todo tu potencial de investigación, en ese sentido es una universidad excepcional en el mundo”.

El especialista en esponjas y descubridor de varias especies originarias del Pacífico mexicano recibió en 2016 el Premio Sinaloa de Ciencia, Tecnología e Innovación. Es el tercer investigador a quien se le da este reconocimiento en la Unidad Académica de Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.

Juan José Carballo comenta que las esponjas se encuentran en la base de la evolución animal pues surgieron hace más de 600 millones de años y han logrado sobrevivir a cataclismos y extinciones masivas sin cambios en su patrón estructural. Tienen además aplicaciones farmacológicas; con ellas se han desarrollado sustancias antitumorales contra la leucemia y el cáncer de mama, así como antivirales contra el herpes.

En la actualidad el doctor Carballo se desempeña como Jefe de la Unidad Académica de Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología. Comparte con alegría que algunos de sus estudiantes han formado grupos de investigación para estudiar diferentes aspectos de las esponjas. Lo que las hace populares en los laboratorios es la capacidad de regenerar cualquier parte de su cuerpo haciéndolas casi inmortales y longevas.