¿Quién es? 233

Salvador Casanova

Anayansin Inzunza

Ciencia, literatura y comunicación en los jóvenes

“Mi historia es bastante simple. Mi padre era ingeniero y conforme tú ves lo que tu padre hace, te nace el amor por esa profesión, el gusto por los números, las matemáticas, los cálculos, las construcciones, la mecánica, todo ese tipo cosas que te parecen fantásticas cuando eres niño y después joven”, reflexiona Salvador Casanova, ingeniero egresado del Instituto Politécnico Nacional, quien ha incursionado en los campos de la industria, la docencia, la comunicación y la edición de libros.

Salvador rememora sus años de estudiante como los más divertidos. Su primer año de estudiante de ingeniería fue en el Centro Histórico de Ciudad de México, donde se encontraba su escuela, en contraste con la disciplina que se forjaba en el Politécnico, que más tarde se trasladaría a Zacatenco.

A lo largo de su carrera profesional Salvador ha conducido varios programas educativos de televisión en el Canal 11, la Fundación Cultural Televisa y el Sistema de Telesecundaria, pero nada lo ha complacido tanto como la docencia. Recuerda que en sus primeros años como profesional se dedicó a la enseñanza de matemáticas, física y dibujo para poder solventar sus estudios. Para él ser profesor es una de las actividades más hermosas y satisfactorias, pues sirve para formar a los jóvenes y forjarles una disciplina de por vida.

Según Casanova los jóvenes tienen ahora un reto tremendo en un futuro muy dinámico al que tienen que adaptarse día con día. Los jóvenes del siglo XXI —remarca— tienen que ser propositivos, inquisitivos y desarrollar la sabiduría; una virtud indispensable en estos tiempos donde la velocidad del cambio es una constante. Los cambios son cada vez más rápidos y el joven sabe que lo que aprendió en este momento, puede no servirle dentro de un año porque habrá algo nuevo.

Entre las actividades que realiza, Salvador se siente muy orgulloso de haber escrito el libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias, obra enciclopédica que le llevó 10 años de trabajo y que ha presentado en varios foros sobre todo con jóvenes. Escribir este libro le permitió entender muchas cosas sobre las que ni siquiera se había preguntado y que ahora son importantes en su vida. El tiempo es como el aire, vivimos dentro de él pero nunca o casi nunca nos preguntamos qué es. Cuando lo hacemos debemos proceder con rigor, pues se corre el riesgo de llegar a conclusiones descabelladas.

Casanova asegura que no hay una vivencia que lo marque sino muchas, familiares, escolares, y del matrimonio, pero en su vida profesional la más importante sin duda fue haber conocido a Sir Roger Penrose, el reconocido físico matemático y filósofo de la Universidad de Oxford cuyas contribuciones a la teoría de la relatividad general, la cosmología y las matemáticas marcaron seriamente su forma de pensar.

En su tiempo libre Salvador escucha música; también le gusta volar y desearía conocer Estambul, una ciudad que para él tiene un gran valor histórico y estético.