¿Quién es? 235
Karla Graciela Cedano Villavicencio
Anayansin Inzunza
Foto: Arturo Orta
El amor a las matemáticas, que se le exacerbó a los 16 años, fue el motivo por el que Karla Graciela Cedano Villavicencio estudió ingeniería en sistemas electrónicos. “Aparentemente las matemáticas son difíciles pero una vez que entiendes su lógica, te gustan, por eso es tan importante leerlas con la mente abierta”. Su fascinación por los sistemas la llevó a estudiar la maestría en ciencias computacionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, y el doctorado en ingeniería y ciencias aplicadas, especializado en materiales, en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
A Karla también le apasionan las energías renovables pues piensa que en México hay recursos de sobra como el sol, el agua y el viento; hay capital intelectual y el gobierno le está apostando a esos temas. Y nuestra situación geográfica nos brinda otros recursos como las aguas termales, las mareas y los residuos sólidos. Según varios estudios, en el año 2050 la energía que utilice México podría ser “100% renovable si se dan las condiciones de inversión y se consolida la comunicación y confianza entre los sectores industrial y académico”, explica la Dra. Cedano, quien fue directora de desarrollo científico y tecnológico del gobierno de Morelos y del Centro Lavín para el Desarrollo de Innovación y Transferencia Tecnológica.
La actual secretaria de Gestión Tecnológica y Vinculación del Instituto de Energías Renovables de la UNAM y presidenta de la Asociación Morelense de Tecnólogos, Innovadores y Vinculadores explica que las energías renovables implican beneficios inmediatos al dejar de emitir contaminantes y mitigar los costos en salud y apoyo económico a largo plazo, “además, generan empleos bien remunerados porque requieren de personal especializado en temas eléctricos”. A su parecer, actualmente en México el aprovechamiento de la energía solar es el más maduro tecnológicamente y su adopción es más rápida en la industria y en las comunidades.
“La energía es un derecho humano y no un lujo. Tenemos que pasar de la pobreza energética del país a un estado de justicia energética en el que las comunidades puedan decidir qué energía necesitan y para qué, si pueden o no generarla. Hay que empoderar a las comunidades para que puedan decidir y para eso se requiere de equipos multidisciplinarios que fomenten la cultura del cuidado energético”.
No obstante las ventajas geográficas para las energías renovables de México, en energía fotovoltaica falta mucho por hacer, ya que actualmente no se alcanza ni el 2 % de generación. “Al ser un campo por explotar, las oportunidades laborales están listas para los jóvenes mexicanos —explica Karla—, siempre recuerden que la primera energía renovable es la que no consumimos, por eso hay que cuidar los recursos. Lo primero es que la eficiencia energética sigue siendo la línea de batalla. Lo segundo es recordar que sí hay carreras técnicas, de ingenierías y posgrados en temas renovables. También hay empleo para capacitar a la gente y fomentar una cultura de concientización sobre las energías renovables que generen un México mejor, con más empleos, con un ambiente limpio, con mejor salud y con una ciudadanía más proactiva que nos convierta a todos en voluntarios sustentables”.
Personalmente
Momentos favoritos
Practicar pilates en Cuernavaca, su ciudad preferida, escuchando música pop, especialmente a Adam Levine.
México es su orgullo
Ama su cultura y disfruta mucho la comida mexicana, sobre todo las albóndigas.