¿Quién es? 312

Brenda Carolina Arias Martín

Gloria Valek

Foto de retrato: Arturo Orta

Entre varios universos

Desde que era una niña inquieta y estudiosa a Brenda Carolina le gustaba ver las estrellas. Pero, curiosa como era, no sólo le interesaban la inmensidad del Universo y entender el mundo a través de la física sino también la mente, entender el comportamiento de las personas. Sus dos pasiones se conjugaron en el trabajo de su vida: la divulgación de la ciencia, particularmente de la astronomía mexicana. Hoy comenzamos a hablar de uno de sus grandes proyectos.

La Noche de las Estrellas 2024 es este 9 de noviembre… ¿Qué significa para ti organizarla desde el Instituto de Astronomía de la unam y trabajar con jóvenes?

Es parte importante de mi vida [suspira] y me sigue emocionando cada año. Es una actividad que ha ido creciendo y que hoy es ya un evento nacional, con sedes estatales en las que todos trabajamos en forma coordinada. ¿Y qué significa para mí? Pues nada menos que el reto más grande que he tenido en divulgación de la ciencia, porque aunque el diplomado (de divulgación de la ciencia en la dgdc) me dio muchísimo y la maestría (en tecnologías de la información y la comunicación) me proporcionó valiosas herramientas de comunicación, en ningún lugar me enseñaron a organizar eventos masivos [sonríe]. Recibí el proyecto en el 2012 y desde el principio me permitió dar vuelo a la creatividad, pues cada año cambian el tema y el enfoque y participan decenas de astrónomos y de estudiantes como coordinadores de talleres. Es un trabajo en equipo demandante, pero que disfruto mucho.

¿Qué has aprendido al organizar un evento tan grande?

Mucho. Tuve que entender a fondo la estructura interna de la Universidad e interactuar con otros divulgadores de la ciencia. Somos alrededor de mil personas que trabajamos en reuniones presenciales y virtuales, elaboramos decenas de documentos y materiales y tenemos la enorme satisfacción de convivir con públicos muy motivados. Cada año me pongo nerviosa y me preocupa que todo salga bien, pero también me divierto. De las 3 de la tarde a las 10 de la noche tenemos muchas actividades para todas las edades y niveles educativos: desde niños jugando con manualidades de colores que simulan estrellas y planetas hasta adultos mayores que se enriquecen con las charlas de nuestros astrónomos, y personas con capacidades diferentes que aprenden con materiales sensoriales. Me parece que la Universidad debe sentirse orgullosa, pues en los 16 años de vida de la Noche de las Estrellas la astronomía mexicana ha brillado con luz propia.

¿Qué harías para mejorarla?

Sería genial invitar a más divulgadores de la astronomía de la talla del gran Carl Sagan, que tengan carisma y se adapten a los distintos niveles educativos, y a científicos como Brian May, el astrofísico y guitarrista de la banda de rock Queen, que resultaría sumamente atractivo, sobre todo para los jóvenes y no tan jóvenes. Este año participa el astronauta mexicoamericano José Hernández.

Has participado en otros proyectos exitosos… ¿Cuáles recuerdas?

Todos han sido importantes pero recuerdo con gusto las interesantes entrevistas a destacadas mujeres universitarias para la serie de tv-unam Vindictas Ciencias; haber organizado diversos eventos de divulgación de la ciencia e impartido conferencias sobre temas astronómicos o coordinar el proyecto Nebulosas en 3d, aplicación digital multiplataforma que permite navegar con realidad virtual por 12 nebulosas astronómicas, montada en el ia, el Museo Universum y el Planetario de Chimalhuacán. También las entrevistas para la serie El Universo los viernes y las notas de prensa destinadas a posicionar al ia como referente nacional en astrofísica teórica y observacional, el desarrollo de instrumentación astronómica y la extensión de la cultura científica.

¿Cómo aprovechas la fascinación que genera en el público la astronomía?

Lo aprovecho siempre en todas las actividades que realizamos. Por supuesto en las que mencioné, pero también al promover proyectos como Fontana firmamento, una serie de videos sobre los temas de frontera más hot de la astronomía, como energía y materia oscura, ondas gravitacionales, formación de las estrellas y observatorios, pues la unam tiene el privilegio de tener a resguardo el Observatorio Astronómico Nacional, uno de los cuatro mejores sitios del mundo para observar las estrellas.

¿Cómo fue tu llegada a la comunicación de la ciencia?

Siempre admiré a quienes pueden explicar los temas difíciles de forma amena, pero mi fascinación aumentó cuando acudí con mi mamá a una de las pláticas de Julieta Fierro en la Universidad de Guadalajara y, bueno, si yo ya estaba enamorada de la astronomía, al escuchar su dedicación y entusiasmo me cautivó y pensé en hacer lo mismo que ella, aunque en ese momento todavía no sabía que era una profesión y que también yo podía dedicarme a eso.

Enamorada de la física y apasionaba por la astronomía, empezaste una maestría en astrofísica. ¿Qué pasó con eso?

En un principio pensé dedicarme a la investigación, y el camino era muy claro: después de la licenciatura, debía cursar la maestría y luego el doctorado. Así que después de la licenciatura en física cursé dos semestres de maestría enfocados en la investigación, pero aunque valoro y admiro la generación de conocimientos, sentía que para lo que yo era buena, lo que me hacía sonreír y que me brillaran los ojos, era comprender el conocimiento y compartirlo.

Así que decidiste tomar ese tercer camino

Sí, empecé a identificar lo que tanto me atraía, y en 2004 tomé el diplomado en divulgación de la ciencia en la dgdc-unam en la Ciudad de México. Y fue lo mejor que me ha pasado, pues me interesaba comunicar, pero no cualquier cosa, sino cómo se hace la ciencia, y quería profesionalizarme en el uso de las herramientas necesarias para divulgarla. Descubrí además a la Somedicyt (la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica), que tenía años de reunir a los profesionales de la divulgación de la ciencia, y me pareció que eso era serio. El diplomado me abrió los ojos, quizás más que la maestría, y conocí a quienes en ese entonces eran los principales divulgadores en México. Ellos me ampliaron el panorama de las distintas formas de llegar a la ciencia y cómo comunicarla: desde pararte ante un micrófono (algo que disfrutaba desde niña) hasta llegar a públicos amplios e identificar los componentes de un guión radiofónico y un artículo de divulgación. Ahí detectaron mi entusiasmo y me invitaron a escribir cápsulas de radio, obtuve un premio y cobró sentido mi decisión de haber dejado esa maestría y aventurarme en esta profesión.

Y descubriste tus habilidades comunicativas…

Sí, con el tiempo descubrí que mi segunda pasión, después de la astronomía, es comunicar el conocimiento astronómico. Todo fue acomodándose, pues al terminar el diplomado me ofrecieron una plaza académica en Michoacán para coordinar el área de difusión en la Unidad Académica de Estudios Regionales (uaer-unam), una súper oportunidad de entrar como académica a la unam, un gran regalo…

¿Pero tú querías divulgar la física y la astronomía?

Sí, y en 2012 me invitaron al Instituto de As-tronomía de la unam, a coordinar el Departamento de Comunicación de la Ciencia y a organizar, entre otras cosas, la sede principal del evento masivo de divulgación de la ciencia más grande de México, que cada año recibe a cerca de 80 mil visitantes. Y aquí sigo, encantada con lo que hago, divulgando temas físicos y astronómicos a públicos de todas la edades y niveles educativos, compartiendo mis intereses en diversos proyectos en los que también sigo aprendiendo y que disfruto enormemente.

Y resultó que era tu vocación

¡Sí! Sufro ante cada nuevo reto pero también los disfruto ampliamente, y eso ha sido una enseñanza de mis padres: mi papá fue un administrador innato muy disciplinado y mi madre también una chulada, siempre apoyándonos y muy pendientes de nosotras, sus hijas. Mi hermana estudió telemática y le va muy bien como responsable del área de sistemas de una empresa. Ellos, mi familia, han sido los grandes amores de mi vida; desgraciadamente mi padre murió por covid en agosto del 2020 pero estaría feliz de ver a sus dos hijas realizadas haciendo lo que más nos gusta.