¿Quién es? 42
José de la Herrán
Blanca Rocío Muciño
Foto: Dante Bucio
Un ingeniero ejemplar
Todo aquel que ha conocido al ingeniero José de la Herrán se refiere a él como un hombre caballeroso, simpático, cordial y amable y, en efecto, así es. En su oficina del Museo de las Ciencias Universum, donde ocupa el cargo de asesor técnico, nos habla de la inquietud que desde niño lo llevó a ser un apasionado amante de la técnica, de crear cosas. A los 12 años inició su acercamiento a la ciencia cuando visitó, en Filadelfia, Estados Unidos, el museo científico y tecnológico Franklin Institute. En esa época vivía en las instalaciones de la XEW porque fue su padre quien instaló la planta transmisora de esta estación de radio de amplitud modulada a la cual daba mantenimiento y servicio. Ahí el ingeniero de la Herrán armó su primer radio de un bulbo y fabricó su primer telescopio reflector de 12 centímetros de diámetro con una claraboya que encontró entre los alfalfares y las milpas. Con ese telescopio observó Júpiter: “¡te desmayas de la maravilla que es verlo rodeado de satélites y de bandas en la superficie y entonces te das cuenta que está suspendido en el espacio...!”. A partir de entonces comenzó a construir telescopios (algunos junto con su padre, que era un gran experto en la materia), una labor que culminaría con la construcción del telescopio de 2.12 metros de diámetro, instalado en el Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir, Baja California, uno de los mejores lugares del mundo para realizar observaciones astronómicas.
Desde muy joven, el ingeniero de la Herrán colecciona y restaura aparatos, lo que a lo largo de 50 años le ha permitido integrar varias colecciones científicodidácticas, entre ellas las de microscopios, telescopios, motores Stirling, radios, calculadoras, computadoras y cámaras de cine y de vistas fijas. De estos instrumentos, donó 115 al Museo de las Ciencias Universum, donde ha colaborado ampliamente desde su planeación.
José de la Herrán ha gozado de la vida intensamente en todos los aspectos. Sus estudios de ingeniería, con especialización en la fabricación de aceros aleados y especiales, ingeniería óptica y electrónica de transmisiones, junto con su enorme habilidad, dedicación y esfuerzo, lo han llevado a obtener importantes logros y reconocimientos, entre los que se encuentran el Premio Nacional de Ciencias en Tecnología y Diseño en 1983.
Específicamente en el área de radio, instaló e inauguró la primera estación de FM en México, la XEQFM y, junto con su padre, inició las radiodifusoras de AM más potentes. En televisión, diseño y construyó dos cámaras de TV y fungió como director técnico de Telesistema Mexicano, instalando XEWTV Canal 2 y los canales 9, 7, 3 y 10 de su cadena nacional y una cadena de estaciones de enlace de FM. Como divulgador de la ciencia, fue director de la revista Información Científica y Tecnológica del CONACYT y cofundador de la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, SOMEDICYT, de la cual fue presidente. Todo lo anterior ha hecho que José de la Herrán sea una persona muy querida y respetada dentro del ámbito de la ciencia y la tecnología, pero él reconoce sus defectos: “Soy una persona desordenada pero como vivo en un país desordenado, casi no se me nota”.
Investigador nacional desde 1984, ha dictado más de 400 conferencias, publicado decenas de artículos en diarios y revistas; realizado incontables programas de radio y televisión y ha recibido más de 200 reconocimientos. La energía que lo caracteriza y el aprovechamiento de cada minuto de su vida son un ejemplo, un excelente modelo a seguir por los jóvenes, a quienes recomienda: “El lugar te lo buscas, nadie te lo va a regalar, si logras obtenerlo, te sientes bien y plenamente realizado”.
Personalmente
Aficiones. La astronomía y la aviación.
Deportes que practica. Nadar, bucear, el patinaje sobre ruedas, del que fui campeón hace ya algunos años y subirme a los árboles, que es un ejercicio muscular completo y muy divertido.
¿Y su casa? Cualquiera que va a mi casa piensa que es un relajo, sí lo es. Es taller, museo, biblioteca, todo mezclado. Ahí tengo un laboratorio de electrónica y óptica, y un taller mecánico.
Pasiones. Soy un entusiasta de la tecnología, de hacer las cosas y de la técnica porque me encanta experimentar. Me apasionan la ingeniería, la aviación, el deporte y la música. Toco el piano, el órgano y la guitarra. Me gusta la música clásica —sobre todo Beethoven y Bach— y de la música popular, Agustín Lara; he tratado de copiar su estilo único.
¿Cómo ves? felicita al Ingeniero José de la Herrán, quien es parte de nuestro Consejo Editorial, por su reciente distinción como miembro fundador de la Academia Mexicana de la Comunicación.