¿Quién es? 55
Luis Miguel Galindo
Penélope Esparza
Foto: Adrián Bodek
De la ciencia ficción a la ciencia exacta
De niño jugaba ajedrez y quería ser basquetbolista. Ambas actividades le atraían por la misma razón: entender el juego, descifrar la estrategia. Ya en la adolescencia —mientras surgía en él un interés irreversible por la ciencia ficción—, Isaac Asimov le reveló la existencia de los simuladores de sociedades dentro de modelos futuristas, a través de su serie Fundaciones. Desde entonces, se planteó la necesidad de trabajar en los comportamientos lógicos, racionales y sistemáticos para entenderlos y utilizarlos. “Y a eso me dedico. Me gusta pensar que entiendo lo que está pasando en la sociedad”.
Luis Miguel Galindo hizo su licenciatura en economía en la UNAM y el doctorado en la Univesidad de Newcastle upon Tyne, Inglaterra. Es autor de numerosos artículos de investigación y divulgación, y de un libro conjunto con el doctor Mario Molina (premio Nobel de química 1995). Es profesor en la Facultad de Economía de la UNAM, institución que en 1998 le otorgó la Distinción para Jóvenes Académicos en Docencia en Ciencias Sociales.
No realizó su sueño de jugar basquetbol profesionalmente, pero es un deporte que practica; es aficionado al fútbol; disfruta de la música “especialmente de Leonard Cohen y Tori Amos”, y hasta la fecha lee y ve ciencia ficción.
Lo que más disfruta de su quehacer profesional es enfrentarse a problemáticas diversas para “entender, explicar y proponer soluciones”. En su opinión, la economía “es muy importante como para dejársela a los especialistas”, y hace notar la falta de divulgadores de la ciencia económica y la necesidad de tenerlos. “Una decisión económica afecta a todos, y si todos no están enterados y no participan de esa decisión, la comprenden u opinan sobre ella, eso también afecta el ejercicio de la democracia”.
El doctor Galindo decidió su camino profesional a los 17 años. Hoy comparte su experiencia con los jóvenes que quieren estudiar economía: “Más allá del gusto hay que tener conciencia de que es un campo competitivo y difícil, que requiere mucha dedicación y una gran pasión. Sin embargo, la pasión no basta, hay que tener capacidad analítica, formación matemática y bagaje histórico. Las tres cosas porque el economista trata de poner la experiencia histórica en modelos matemáticos”.
Actualmente su interés profesional tiene dos vertientes: la economía financiera y la ambiental. En esta última, trabaja al lado de Mario Molina en un estudio sobre calidad del aire: “La contaminación del aire a partir de la revolución industrial es ocasionada por actividades económicas como el transporte, la industria o la explotación irracional de recursos naturales. Un caso particularmente interesante por las consecuencias directas en el bienestar de la población, es el de la contaminación en la Ciudad de México. Por ello, el doctor Molina ha formado un equipo multidisciplinario de investigadores para explicar y resolver los problemas de la contaminación atmosférica en esta ciudad. En este grupo los economistas buscamos explicar los procesos económicos asociados a la contaminación. Ello incluye, por ejemplo, la modelación de la demanda de energía, de gasolina y combustibles, la flota vehicular, la industria y la innovación tecnológica, lo que permite identificar las principales fuentes de emisiones contaminantes y, por lo tanto, las alternativas y soluciones que incluyan el uso de opciones económicas. En ese sentido, la economía puede contribuir a elaborar modelos económico-ambientales que permitan simular, proyectar o pronosticar las relaciones que se establecen entre los procesos económicos y la calidad del aire en la Ciudad de México.”
Recuerda su formación básica en una escuela donde había que leer, escuchar música, ver cine y teatro. Esa dosis de motivación hacia las artes lo llevó a la literatura y ésta, a la ciencia. Ahora, cuando observa a su hija de tres años jugar con sus trenes eléctricos, a veces se pregunta ¿a qué profesión la llevará esa práctica?, ¿qué inquietud le saltará en el corazón o en el cerebro mientras transita por los diminutos rieles? Y no alcanza a imaginarlo. “Finalmente, el mundo está cambiando tanto y tan rápidamente que las profesiones tienen que ser otras”.
Personalmente
• Tres deseos para el genio de la lámpara: salud para mi familia, salud para mí, mejoría de las condiciones generales de México y el mundo.
• Tres cualidades para enamorase de una mujer: optimismo, sensibilidad e inteligencia. Maerle, mi esposa, las tiene.
• Tres características para autodefinirse: obsesivo, apasionado y desordenado.