¿Quién es? 71
Delia Crovi Druetta
Jimena Camacho
Foto: Adrián Bodek
Una investigadora audaz
A Delia Crovi jamás la verás con el mismo corte ni el mismo color de cabello. Original, divertida, audaz, así es su cabeza por dentro y por fuera. Le encanta bailar salsa (aprendió a hacerlo nada más y nada menos que en Panamá mientras coordinaba el área de producciones audiovisuales de la Universidad Nacional de ese país), practica hatha yoga cinco horas a la semana y le encanta cocinar.
Delia es argentina de origen y doctora en estudios latinoamericanos por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde es profesora de tiempo completo. Cuando comenzó sus estudios de licenciatura en Rosario, Argentina, entró a la carrera de derecho porque no existía la de comunicación, pero a los pocos meses descubrió la apertura de la licenciatura en periodismo y ciencias de la información y, sin dudarlo, se inscribió. “Si no estuviera dedicada al estudio de la comunicación estaría haciendo comunicación. Me gusta la historia, probablemente hubiera hecho algo de historia y también de arquitectura, si es que no llevara tantas matemáticas. Me gusta todo lo que tiene que ver con lo estético, pero después de todo no está tan lejos la comunicación porque una de sus grandes vertientes está relacionada con lo estético, tanto en la forma de escribir como en las imágenes, el sonido”.
Ella dice que sus ojos son verdes, aunque a veces parecen azules. En todo caso siempre delatan la vivacidad de su pensamiento contenido entre mechones de cabello a veces rojos otras rosados. Se describe a sí misma como tenaz y constante, concibe una tarde perfecta como “aquella en la que leo lo que quiero leer y no lo que tengo que leer por obligación, sin prisas, sin el dominio del reloj. Tendría que ser con sol y sin lluvia, si esa tarde fuera en la playa se acercaría a lo maravilloso, si es que lo maravilloso es más que lo perfecto”.
Orillada a abandonar su país luego del golpe militar, teme a las incertidumbres, “que involucran muchas cosas, puede ser tanto un personaje incierto como una situación incierta, alguien que no puedas saber qué hace pero que tenga decisión sobre tu vida”. Desde su perspectiva la única definición del éxito posible es hacer bien lo que se quiere hacer: “no creo que se pueda llamar éxito si uno logra fama o fortuna con algo que no le hace feliz. Creo que últimamente el éxito está muy identifi cado, y esto por los medios masivos de comunicación, con el éxito público, pero hay uno que es más íntimo y que tiene que ver con eso, con hacer lo que deseas y hacerlo bien. En mi caso es dar una buena clase, escribir un buen artículo, o concebir una buena ponencia”.
Experta en nuevas tecnologías de la información y autora de varios libros, entre ellos Ser joven a fi n de siglo. Infl uencia de la televisión en las opiniones políticas de los jóvenes, editado por la FCPyS, UNAM, en 1997, Crovi considera que “la comunicación es absolutamente útil para explicar fenómenos que están sucediendo en la actualidad, por ejemplo, uno de los temas que más se ha estudiado pero no lo sufi ciente es la violencia. Curiosamente, la comunicación ha estado obligada históricamente a hacer estudios sobre violencia, pero la violencia que experimentamos hoy en día está mucho más ligada a la incertidumbre, a lo que conocemos como la sociedad del riesgo; creo que merecería un acento mayor analizar qué está pasando con la infl uencia de los medios en el tema de la violencia; y me refi ero a violencia de muchos tipos: la callejera, pero también la violencia política que no deja de existir, y también aquella que violenta lo íntimo y que es muy clara en los programas de moda donde se exhibe la vida privada de las personas. La comunicación también puede explicar mucho de la sociedad actual, que pretende ser la sociedad de la información y resulta que no lo es tanto porque hay un grupo sobreinformado y otro casi sin acceso a la información o a una información muy reducida. De mi trabajo con jóvenes he descubierto que debemos acercarnos más a ellos, preguntarles más en lugar de suponer por ellos. Por eso disfruto dar clases, porque con su frescura ellos permiten una renovación del conocimiento a través de sus preguntas e ideas”.
Personalmente
Oscar Wilde escribió en De profundis que él descubrió la humildad perfecta estando en la cárcel, ¿qué le gustaría descubrir a Delia Crovi? La tolerancia; en el sentido amplio, una tolerancia sin enojos, esto es aceptar a los otros sin rencores, sin cosas guardadas, ni sabores agrios, que son recuerdos de intolerancia y de diferencias.