11 de diciembre de 2024 11 / 12 / 2024

Ráfagas 171

Ráfagas

Martha Duhne

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Pequeñas pero aventureras

Sabemos que los progenitores que se hacen cargo de las crías tienen una gran influencia en las primeras etapas de la vida de su prole. Pero a un grupo de investigadores de la Universidad de Lancaster, del Reino Unido, le interesó entender el efecto que tenía la crianza en el comportamiento que desarrollarán crías de aves en la edad adulta.

El estudio, publicado en la edición de enero de la revista Animal Behaviour, se centró en un pajarito conocido como diamante mandarín o pinzón cebra (Taeniopygia guttata), que pertenece al grupo de los paseriformes (del nombre latino del gorrión, passer). En esta especie, el número de huevos de una puesta varía entre tres y siete, que se ponen con diferencia de un día, en promedio. Los huevos deben estar a una temperatura adecuada y tanto la incubación como el cuidado de las crías son responsabilidad de ambos progenitores.

La eclosión de los huevos no sucede a la vez. Los pajaritos emergen de su huevo en diferentes momentos, lo que los etólogos, o biólogos del comportamiento animal, conocen como eclosión asincrónica. Las últimas crías en nacer, hasta con cuatro días de diferencia con las primeras, son más pequeñas y débiles y deben competir con sus hermanos en una lucha desigual. Los mayores son más grandes y pían más fuerte, lo que los ayuda a obtener alimento de sus padres más fácilmente.

Las aves estudiadas vivían en grandes jaulas. Lo que descubrieron los investigadores fue que las crías tardías resultaron ser más aventureras y exploradoras que sus hermanos mayores. Cuando las introducían en ambientes nuevos y desconocidos, estas aves salían más veces del nido, iban más lejos y visitaban los sitios de alimentación con más frecuencia.

De acuerdo con Ian Hartley, la investigación demuestra por primera vez que el orden de eclosión influye en el comportamiento de estas aves para toda la vida.

Pequeñas pero aventurerasTaeniopygia guttata. Foto: Peripitus/CC.

Estadísticas y mujeres

En los países donde el aborto inducido está prohibido o restringido es difícil evaluar las estadísticas tanto de abortos como de muertes relacionadas directamente con ellos. Éste es el caso de nuestro país, donde sólo en el Distrito Federal el aborto inducido es legal.

En un estudio publicado en el Journal of Women's Health de diciembre de 2012, un equipo internacional de investigadores de distintas instituciones, donde participó Alejandra Huerta- Zepeda de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, encontró que la mortalidad materna asociada a abortos inducidos en México se ha sobreestimado en más de 35%.

Los investigadores analizaron los reportes médicos sobre abortos inducidos practicados en el país y concluyeron que actualmente el 98% de las muertes maternas no se relacionan con éstos, sino con hemorragias en el momento del parto, hipertensión y preeclampsia, entre otras patologías. También señalan que en promedio ha habido un avance importante en la salud materna y que en el periodo 1990-2010 la mortalidad materna se redujo en 30.6%.

Para el estudio se utilizaron, entre otros, los datos sobre muertes maternas y nacimientos en México recogidos por la organización Ipas, institución internacional no gubernamental fundada en 1973 y "dedicada a eliminar las muertes y discapacidades evitables atribuibles al aborto inseguro". Los investigadores analizaron estos datos usando la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud. Ellos atribuyen la sobreestimación a errores en la clasificación de las causas de muerte asociadas a abortos inducidos, pues en ellas se han incluido, por ejemplo, embarazos ectópicos (en los que el feto se desarrolla fuera del útero) y abortos espontáneos. Así, recomiendan el uso de metodologías más confiables para evaluar la mortalidad asociada a abortos y también que se amplíe el acceso de las mujeres a la atención obstétrica especializada y a los servicios de emergencia.

Otro dato que se resalta en el estudio es el aumento en el número de muertes maternas por violencia. La Encuesta Nacional sobre Violencia Contra las Mujeres que se llevó a cabo en los años 2003 y 2006, muestra un aumento alarmante en la violencia ejercida por la pareja: ésta pasó del 9.8% al 33.3%, y la violencia específicamente durante el embarazo aumentó del 5.3% al 9.4%.

Estadísticas y mujeres

Té para controlar la diabetes

De acuerdo con el Programa Nacional de Salud 2007-2012 la diabetes mellitus es una enfermedad muy extendida en México. Entre los habitantes de más de 20 años la padecen ocho de cada 100 personas y para mayores de 50 años la tasa es de más de 20 de cada 100. La diabetes es además la principal causa de atención médica en consulta externa y una de las principales de hospitalización. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi siete de cada 10 personas que padecen diabetes muere antes de cumplir la edad promedio para la población mexicana. Por estas razones son importantes los fármacos diseñados para controlar este padecimiento.

Adolfo Andrade Cetto, investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM, ha dedicado más de 20 años de su vida profesional a estudiar el conocimiento empírico sobre medicina tradicional que poseen los habitantes de las comunidades rurales nahuas, chinantecas y mayas, y ha elaborado modelos experimentales sobre la eficacia y mecanismos de acción de algunas plantas medicinales con el objetivo de desarrollar fármacos avalados científicamente.

Realizando trabajo de campo en regiones cálidas de Hidalgo, Puebla, Jalisco, San Luis Potosí, Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Yucatán, se enteró del uso de las hojas de un árbol conocido como guarumbo (Cecropia obtusifolia Bertol) como infusión para controlar la diabetes tipo 2. El género Cecropia consta de cerca de 65 especies diferentes distribuidas en México, América Central y Sudamérica.

"El té de hojas de guarumbo tiene un efecto hipoglucemiante similar al del fármaco Metformina, utilizado en los tratamientos convencionales para controlar los niveles de glucosa en pacientes con diabetes tipo 2", señaló el especialista, citado en un boletín de la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM del 3 de diciembre pasado. La Metformina ayuda a controlar la glucosa (azúcar) en la sangre, disminuyendo la cantidad que se absorbe de los alimentos y la que sintetiza el hígado, además de que aumenta la respuesta del cuerpo a la insulina, sustancia natural que controla la concentración de glucosa en la sangre.

Las personas obtienen la glucosa necesaria para vivir por dos vías: los alimentos y el hígado. La comida que no es utilizada inmediatamente se almacena como glucógeno, y cuando el cuerpo la necesita, el hígado libera las moléculas almacenadas o las construye en un proceso llamado glucogénesis. Posteriormente la insulina manda señales al hígado para detener la producción. Pero en la diabetes el organismo no puede "leer" el mensaje que envía la insulina y el hígado continúa aportando más y más glucosa. Lo que descubrió Andrade Cetto es que las hojas de guarumbo bloquean la glucogénesis. El investigador identificó los principios activos de la planta y comprobó que no eran tóxicos. Primero realizó estudios con ratas diabéticas, a las que dio un extracto acuoso de las hojas de guarumbo. Posteriormente, durante ocho años realizó pruebas con pacientes humanos, con excelentes resultados. Actualmente, Andrade Cetto busca financiamiento para patentar el método de extracción de la planta. La investigación fue publicada en la revista Acta Horticulturae en octubre de 2012.

Té para controlar la diabetesCecropia obtusifolia Bertol. Foto: Forest y Kim Starr/CC.

El efecto de las palabras

Escuchar un verbo relacionado con acciones físicas afecta o no al que lo escucha dependiendo de si la frase está formulada de forma positiva o negativa, de acuerdo con una investigación dirigida por Pia Aravena, del Instituto de Ciencias Cognitivas de Francia y publicada en la revista PLoS ONE a principios de diciembre de 2012.

En el estudio participaron 25 estudiantes universitarios. Ellos escucharon 115 frases, algunas neutras con información, por ejemplo, de un país, y 70 con verbos relacionados con acciones que se hacen con las manos, 35 de las cuales eran negativas ("no arrojé la pelota") y 35 positivas ("ella exprimió el limón"). Los estudiantes se pusieron audífonos y les dieron un sensor para sujetar con la mano; una computadora registraba la fuerza de la mano al oírse cada frase. Los investigadores descubrieron un aumento significativo en la presión del sensor cada vez que los participantes escuchaban una frase estructurada de forma positiva, pero ninguna reacción en las negativas. Al parecer, el cerebro no reacciona igual a frases positivas que a frases negativas.

Existen estudios previos que han explorado cómo el cerebro procesa frases estructuradas de forma negativa, por ejemplo "la ventana no está abierta", pero no que exploren los efectos del contexto de las frases para inducir actividad motriz.

"Estos resultados abren nuevas posibilidades para la evaluación y rehabilitación de trastornos motores y del lenguaje", dijo Aravena. Y ella y sus colegas sugieren que no produce la misma respuesta la frase "ponte a hacer algo" que "no te quedes echado en la cama".

Disminuye deforestación del Amazonas

El índice de deforestación de la selva amazónica entre agosto de 2011 y julio de 2012 llegó al nivel más bajo registrado hasta la fecha en un lapso equivalente. Estos datos siguen una tendencia a la baja que se inició hace cuatro años.

De acuerdo con los datos dados a conocer a finales de 2012 por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), agencia responsable de vigilar la deforestación del Amazonas, en el año se taló un área que calculan en 4 656 km², lo que, comparado con los 6 418 km2 talados entre agosto de 2010 y julio 2011, implica una disminución del 27% en sólo un año. Los datos se obtienen por medio de imágenes de alta resolución de 96 satélites que cubren el 90% de las zonas más afectadas de la selva amazónica.

Este índice es solamente 4% menor al que se impuso Brasil como meta en la reunión COP 15 (Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas), que se llevó a cabo en 2009 en Copenhague, Dinamarca: detener los índices de deforestación de la selva amazónica en un 80% para el año 2020.

En Brasil, la Amazonía o la cuenca del Río Amazonas, cubre una superficie de 4 100 000 km2, pero si tomamos en cuenta su extensión total, contando las partes que están en otros países, es de más de 6 500 000 km². En comparación, la superficie de la República Mexicana es de 2 000 000 km².

Alcanzar ese 4% faltante podría parecer una meta razonable, pero según los expertos no será fácil, entre otras cosas porque el congreso brasileño aprobó recientemente una ley que podría eliminar hasta $500 millones de dólares que usaba el Fondo Nacional del Clima para financiar acciones de adaptación y mitigación al cambio climático.

En los 24 años transcurridos desde que se monitorean los índices de deforestación en la región ya han ocurrido otros descensos importantes, pero se han debido más a que ha bajado la actividad económica en general que a la conciencia ambiental y así la tasa de deforestación vuelve a subir. Dado el papel vital que juega la Amazonía en la producción de agua y oxígeno y como sumidero de CO2, eliminar la deforestación debe ser una meta no sólo para los ambientalistas del mundo, sino para todos.

Disminuye deforestación del Amazonas

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