3 de diciembre de 2024 3 / 12 / 2024

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Ráfagas

Martha Duhne

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Europa declara emergencia climática

El Parlamento Europeo tomó una decisión de enorme importancia para la salud del mundo y de todos nosotros. El pasado jueves 28 de noviembre, con 429 votos a favor, 225 en contra y 19 abstenciones, aprobó una resolución que declara una emergencia climática. Esa misma semana se anunció que la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera llegó a un nuevo récord durante 2018.

Los diputados europeos también acordaron elevar la reducción de emisiones de dióxido de carbono para 2030 de 40 a 55 % respecto a niveles preindustriales para alcanzar la neutralidad climática en 2050. También instaron a evaluar varias propuestas de ley en todo el continente para asegurar que sean compatibles con la meta del Acuerdo de París; es decir, contener el aumento de temperatura debajo de los 1.5 ºC. Para alcanzar este objetivo los recortes en las emisiones deben ser de 7.6 % por año en promedio, según un informe de 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Pero reportes científicos recientes estiman que estos objetivos, aún si se cumplen, llevarían a un aumento mayor del calculado originalmente, de cerca de 3 ºC, lo que causarían cambios catastróficos en todo el mundo, incluyendo inundaciones, ciclones, olas de calor e incendios de larga duración.

Ursula Von der Leyen, quien encabeza el Parlamento Europeo, dijo que Europa debería ser más ambiciosa y convertirse en el primer continente en reducir sus emisiones de GEI a cero para 2050. Von der Leyen prometió fondos adicionales para realizar la transición a industrias climáticamente neutras en el lapso requerido. Con este financiamiento se invertirían alrededor de 1 100 millones de dólares durante la próxima década.

La declaratoria de emergencia climática es un hecho importante, que reconoce que vivimos una crisis ambiental sin precedentes, pero tendrá que ir acompañado de acciones concretas en cada país.

Europa declara emergencia climáticaShutterstock.

Un simulador para disminuir la obesidad

De acuerdo con las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición, la incidencia de sobrepeso y obesidad en los mexicanos ha aumentado en los últimos 30 años. Hoy México es el segundo país con mayor número de obesos en el mundo, sólo superado por Estados Unidos. En 2016 la proporción de escolares con sobrepeso y obesidad era de 33 %, en adolescentes de 36 % y en adultos mayores de 20 años 76 %.

La obesidad está considerada como una enfermedad crónica que favorece el desarrollo de otras enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y algunos tipos de cáncer, como el de mama, de hígado y de próstata. Según un estudio publicado en 2016, en 2005 el sobrepeso causó 10.8 % de todas las muertes en el mundo y para 2016 esta cifra se incrementó a 12.3 %.

De estos datos se deriva la importancia de una herramienta diseñada por Miguel Mungía Romero y un equipo de especialistas del Instituto de Biología de la UNAM: el Metabolódromo (www.ib.abaco2.org/metabolodromo).

Para usarlo es necesario conocer la presión arterial, circunferencia de cintura, niveles de colesterol HDL, glucosa en sangre, triglicéridos (los últimos tres se obtienen mediante un análisis de química sanguínea en muestra de ayuno de 12 horas). El Metabolódromo dice qué variables están en niveles normales, así como si el usuario padece síndrome metabólico, condición previa a muchas enfermedades.

El equipo también desarrolló, con Bernardo Serrano de SERES Sistemas Especializados, el sitio www.misalud.abaco2.org para que, una vez que los usuarios conozcan su diagnóstico, puedan obtener sugerencias para evaluar su peso, mejorar su estado de salud y vigilar sus hábitos alimentarios. Después de capturar su información, el usuario recibe su reporte y puede consultar gráficas mensuales. El sistema ya lo han usado cerca de 10 000 personas.

Para enfrentar la epidemia de sobrepeso y obesidad, así como de las enfermedades que propician, es importante modificar tanto las dietas como los estilos de vida: tener en escuelas y sitios de trabajo alimentos sanos y accesibles, evitar el sedentarismo, dejar de comer en exceso alimentos ricos en azúcares, y no comer cantidades mayores a las que el cuerpo requiere para funcionar adecuadamente. Sin duda, una herramienta valiosa para combatir la obesidad, enorme problema de salud en México.

Los incendios en la selva amazónica

La Amazonía es el bosque tropical más grande del mundo, con cerca de siete millones de kilómetros cuadrados de una enorme biodiversidad que rodea al río Amazonas, el de mayor caudal del planeta, de más de 6,600 kilómetros de longitud. Esta selva abarca parte de Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana y Surinam, aunque la mayor parte se encuentra en territorio brasileño y peruano. Resguarda aproximadamente 10 % de la biodiversidad del planeta; el río Amazonas y sus afluentes contienen entre 17 y 20 % del agua dulce, y el número más grande de especies de peces dulceacuícolas.

A esta selva se la ha llamado el pulmón del mundo porque es una enorme fábrica de oxígeno y sumidero de CO2, el más importante de los gases de efecto invernadero. Por esta razón, los incendios que calcinaron una importante superficie de la selva preocuparon a muchas personas. Entre otros, a un grupo internacional de investigadores que decidieron comprobar si, como afirmó el gobierno brasileño, los incendios de 2019 podían considerarse “normales” y menores que el promedio anual.

Los investigadores usaron datos del sistema DETER-b del gobierno brasileño, que calcula niveles de deforestación utilizando imágenes tomadas por satélites de la NASA. Los datos demuestran que la deforestación ocurrida hasta julio de 2019 fue casi cuatro veces más alta que en los tres años anteriores. Este dato es importante porque cuando en un terreno se tala la vegetación, esta se suele dejar ahí a que se seque, lo cual aumenta el riesgo de incendios. Los científicos concluyen que la deforestación es la causa principal del aumento de incendios.

Erika Berenguer, investigadora brasileña que participó en el estudio, dijo: “si no abordamos la deforestación, continuaremos viendo cómo la selva tropical más grande del mundo se convierte en cenizas”.

Los incendios en la selva amazónicaIncendios en el Amazonas, 15-22 agosto de 2019. Imagen: NASA Earth Observatory-Joshua Stevens.

Material genético como herramienta ambiental

Los rastros del material genético de un animal pueden ser recolectados, identificados y estudiados en el suelo, agua o hielo donde habita. Analizar este ADN ambiental es una técnica valiosa para detectar la presencia de poblaciones de animales en una región, así como su distribución y abundancia.

Unos investigadores de la Universidad Charles Darwin en Australia desarrollaron una técnica para detectar en estanques la presencia del pinzón de Gould, Erythrura gouldiae, ave endémica de ese país, que actualmente se encuentra en grave peligro de extinción por la pérdida y degradación de su hábitat. Se calcula que no existen más de 2 500 individuos de la especie.

Es complicado monitorear esta ave usando métodos convencionales debido a que es muy pequeña y escasa. Se trata de una especie granívora que necesita beber varias veces al día. Los estanques siempre han sido un recurso importante para encontrar evidencias de la presencia de vertebrados por medio de huellas, excretas o fotografías tomadas con cámaras automáticas.

Desde 2015 se han tomado muestras de agua para detectar el ADN de organismos acuáticos; por ejemplo, de peces y anfibios. Para vertebrados que no viven en el agua, es necesario encontrar la forma de localizar el ADN que se desprende de un animal al beber, mojarse o defecar en el agua.

A los estanques de la región norte de Australia acuden especies de aves relacionadas genéticamente con el pinzón de Gould, por lo que también era importante desarrollar una técnica que pudiera distinguirlas. Estudios genéticos realizados con sangre de varias aves, permitieron a los investigadores localizar genes específicos del pinzón de Gould que no existen en el ADN de otras especies. Y al estudiar los estanques de la región norte, y tomar muestras del agua, fue posible detectar rastros del ADN del pinzón, lo que permitió determinar su presencia y distribución actual.

Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Endangered Species Research y es la primera vez que se utiliza dicha técnica para detectar un ave en peligro de extinción en el medio silvestre.

Material genético como herramienta ambientalErythrura gouldiae. Foto: Bernard Spragg. NZ.

Hallazgo de mamuts en México

A principios de este año, unos trabajadores del Estado de México construían un basurero en el Municipio de Tultepec, al norte del Valle de México, cuando realizaron un asombroso descubrimiento: restos de animales que debieron ser enormes, a juzgar por el tamaño de sus huesos, entre los cuales había unos colmillos de cerca de 15 metros de longitud. Los descubridores avisaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Después de 10 meses de trabajo los arqueólogos dieron a conocer que los 824 huesos colectados (entre cráneos, mandíbulas, costillas y fragmentos diversos) pertenecían a 14 mamuts. Lo importante del descubrimiento es que los mamuts fueron cazados con trampas hace cerca de 15 000 años.

Es la primera vez que se encuentran trampas para mamuts en América; hasta ahora se pensaba que los cazadores atacaban al mamut cuando este accidentalmente se quedaba atrapado en un pantano. Cuando los arqueólogos estudiaron el yacimiento descubrieron en el piso huellas de cortes verticales que formaban dos fosas de 24 metros de diámetro, que fueron diseñadas y construidas para atrapar animales grandes, como los mamuts.

El arqueólogo Luis Córdoba Barradas, de la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH y responsable de la excavación, aseguró que solo en Japón se han encontrado trampas similares para cazar mamíferos de mediano y gran tamaño. Gente de la región de Tultepec refirió que existen otros sitios con restos óseos de gran tamaño, similares al recientemente descubierto, lo que habla de una posible línea de trampas. Se cree que los cazadores, en grupos de entre 20 y 30, azuzaban a los mamuts con antorchas hasta separar a un individuo del grupo y dirigirlo a las trampas. Al caer, era rematado con lanzas.

Los restos de estos 14 mamuts son más pequeños que los de Europa, donde se han registrado 160 mamuts. Sin embargo, el sitio de Tultepec es suficientemente importante para figurar en las listas de Megasitios de Mamut.

Material genético como herramienta ambientalFoto: Edith Camacho/INAH.

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