17 de diciembre de 2024 17 / 12 / 2024

Ráfagas 280

Ráfagas

Martha Duhne

Shutterstock

Descubren antiguos bosques sagrados mayas

Investigadores de la Universidad Brigham Young, en Utah, y de otras universidades de Estados Unidos, así como de la UNAM y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en México, identificaron nueve sitios en el norte de la península de Yucatán en los que crecieron árboles de cacao, considerados sagrados por los mayas.

Las semillas de cacao eran para los mayas un regalo de los dioses, que usaban también como moneda, por ello los sitios donde crecían, además de sagrados, debían estar muy bien custodiados. Esto ya lo sabían los arqueólogos, pero hasta ahora no se había podido determinar su localización.

Los árboles de cacao crecen en sitios húmedos y sombreados y la mayor parte de la península de Yucatán tiene un clima muy caliente y seco, por lo que fue necesario buscar en áreas pequeñas con microclimas distintos al del entorno. El equipo localizó 11 áreas con estas características y en nueve de ellas encontró evidencias en la tierra de teobromina y cafeína, sustancias características del cacao.

Los investigadores diseñaron una nueva forma de realizar el análisis de las muestras extraídas: las tomaron de suelo, las secaron, las pasaron por un tamiz, y al material restante lo cubrieron con agua caliente y lo centrifugaron. Analizaron los extractos con aparatos de espectrometría de masas, técnica utilizada para identificar y cuantificar compuestos desconocidos. Después compararon estos resultados con muestras tomadas del suelo de siete sitios en los que, por las condiciones climáticas y ambientales, estaban seguros de que no podían crecer árboles de cacao.

El cacao jugó un papel muy importante en los rituales mayas y también en su comercio, lo que tuvo un impacto en toda la economía mesoamericana. En esta región se encuentra un camino o carretera maya de más de 100 kilómetros, lo que hace suponer que los dirigentes mayas que ordenaron su construcción lo hicieron tomando en cuenta la ubicación de los cacaotales y la producción de semillas de cacao.

Cerca de Cobá en lo que ahora sabemos era una zona donde crecían árboles de cacao, se encontraron también el brazo y brazalete de un incensario que contenía restos de granos y de la planta de cacao. Estos restos tienen entre 600 y 1000 años de antigüedad. Y no fue el único lugar. En varios de los sitios en los que se localizaron restos de árboles de cacao también se encontraron evidencias de actividades ceremoniales como piedras talladas, altares, restos de escaleras y ofrendas ceremoniales como jade y piezas de cerámica, incluidas pequeñas vainas de cacao.

El cacao jugó un papel muy importante en los rituales mayas y también en su comercio, lo que tuvo un impacto en toda la economía mesoamericana.

Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Journal of Archaeological Science Reports y son una ventana más que nos permite entender la complejidad de las sociedades mayas del pasado.

Descubren antiguos bosques sagrados mayasBrigham Young University.

La madurez de los planetas

Un equipo internacional de científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias y de otras instituciones de España, Italia, Alemania, Bélgica y el Reino Unido, así como el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México, realizó un estudio que revela que los planetas gigantes en un sistema estelar podrían llegar a su madurez mucho antes de lo que se pensaba. De acuerdo con las teorías aceptadas acerca de la evolución planetaria, los planetas gigantes jóvenes son de gran diámetro y baja densidad. Al cabo de cientos de millones de años, se contraen hasta alcanzar su tamaño final. Pero estas teorías no se habían podido poner a prueba, ya que estudiar exoplanetas se dificulta por el brillo y la actividad de las estrellas que orbitan. El sistema planetario V1298 TAU está compuesto de una estrella joven con cuatro planetas: dos del tamaño de Neptuno, uno del de Saturno y uno del de Júpiter. Los descubrieron en 2019 astrónomos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Desde entonces han estudiado dos de ellos con varios telescopios situados en el espacio y en la Tierra para calcular su tamaño y su masa. Esta información sugiere que los planetas gigantes pueden contraerse más rápido de lo que se pensaba, es decir, que pueden llegar a su tamaño final en etapas tempranas de su evolución. Los resultados de esta investigación, publicados en le revista Nature Astronomy, ofrecen a los investigadores datos sobre lo que ocurrió durante la infancia de ese sistema estelar, aunque los investigadores aclaran que aun no saben si V1298 Tau es un caso normal o si se trata de algo excepcional. Estos resultados nos permitirán tener una mejor idea de la evolución temprana de los sistemas planetarios, incluido el nuestro.

La madurez de los planetasExoplanet Exploration Program/NASA-JPL.

Embrión de dinosaurio en perfecto estado

Investigadores de la Universidad China de Geociencias y de la Academia de Ciencias de China dieron a conocer en la revista Science del mes de enero el hallazgo de un nido de dinosaurio del género Oviraptor con varios huevos. En uno de estos encontraron un embrión muy bien conservado, que fecharon en 70 millones de años de antigüedad. Los dinosaurios de este género eran terópodos pequeños, con plumas, bípedos y sin dientes.

Este descubrimiento tuvo lugar en Ganzhou, en el sureste de China, en el año 2000, por personal de la compañía Yingliang, que se dedica a la minería y venta de piedras. En 2015 la compañía entregó el hallazgo al Museo Nacional de Ciencias Naturales en Taiwán, para su estudio.

El esqueleto del embrión, al que han apodado Bebé Yingliang, es único por su perfecto estado de conservación. Está completo desde el pico hasta la cola. Otra característica única es su posición enroscada dentro del huevo, similar a la de embriones de aves justo antes de que rompan el cascarón con el pico.

Sabemos que las aves descendieron de dinosaurios terópodos durante la era Mesozoica y que algunas de las características de las aves se desarrollaron durante ese periodo.

Descubrir un embrión de dinosaurio con una conducta previa al nacimiento que se pensaba única de aves modernas puede ser una pieza más para entender un poco mejor la relación evolutiva que existe entre aves y dinosaurios.

Embrión de dinosaurio en perfecto estadoShutterstock.

Conductas sociales de chimpancés

Un equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva y de la Universidad de Osnabrück, ambos en Alemania, concluye que los chimpancés usan insectos con fines medicinales, aplicándolos no solo a heridas en su propio cuerpo, sino a las de otros chimpancés.

Una investigadora del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva que estudia el comportamiento de estos primates en la selva de Gabón, África, grababa a una madre chimpancé con sus dos crías cuando vio una conducta que le llamó la atención: la madre observó que una de las crías tenía una herida en un pie, se volvió hacia una rama y atrapó un insecto. Luego lo masticó y con esta papilla cubrió la herida de la cría, masajeando el emplaste varias veces. En los siguientes 15 meses los investigadores del Proyecto Loango documentaron esta conducta en 22 de los 45 chimpancés observados, dos veces en otros individuos y no en el propio cuerpo. A veces varios chimpancés participaban en esta conducta.

Usar insectos como medicamento es algo que hacían los humanos hace milenios. Se usaban en especial distintas partes del cuerpo de la abeja.

Los científicos concluyen que se trata de un comportamiento prosocial, es decir, una conducta dirigida a procurar el bienestar de otros miembros de un grupo y no el propio. Los resultados de esta investigación, publicados en la revista Current Biology, revelan que los chimpancés, nuestros parientes evolutivos más cercanos, son aún más parecidos a nosotros de lo que pensábamos.

Conductas sociales de chimpancésRawpixel.

Descubren objeto celeste desconocido

Un grupo de científicos que estudia ondas de radio en el Universo descubrió un objeto celeste que emitía ráfagas de energía durante un minuto tres veces por hora, algo que los astrónomos no habían observado nunca. El objeto aparecía y desaparecía durante varias horas. La observación astronómica se hizo con el telescopio Murchison Widefield Array (MWA), en Australia Occidental.

No es insólito encontrar objetos celestes que emiten energía por lapsos breves y después dejan de hacerlo. Se conocen como objetos transitorios. Los catalogados como transitorios lentos, como las supernovas, pueden aparecer en el transcurso de unos días y desaparecer al cabo de meses; los transitorios rápidos son un tipo de estrella de neutrones llamado púlsar, que puede emitir destellos varias veces por segundo.

Pero el comportamiento del objeto recientemente descubierto era diferente: emitía energía durante un minuto y volvía a activarse en periodos regulares. Además descubrieron que se trataba de una estrella más brillante y pequeña que nuestro Sol que emitía ondas de radio altamente polarizadas, lo que sugiere que el objeto posee un campo magnético extremadamente fuerte. Por estas características lo catalogaron como un magnetar de periodo ultralargo, un tipo de estrella de neutrones que gira lentamente, a diferencia de los púlsares que giran a más velocidad. Su existencia había sido predicha teóricamente, pero es la primera vez que se detectan.

El MWA tiene un archivo con los registros de los últimos 10 años de esa región del Universo, lo que permitirá a los astrónomos estudiar este objeto con más detalle y entender si se trata de un fenómeno único o existen más objetos similares en el cosmos. Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista Nature.

Descubren objeto celeste desconocidoNatasha Hurley-Walker.

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