29 de noviembre de 2024 29 / 11 / 2024

Retos 112

El prestigioso mago Beto

Antonio Ortiz

Ilustraciones: Carlos Durand

Prestidigitación

Contra todo lo que cabría esperar, el secreto mas celosamente guardado por David Copperfield no es el de alguno de sus espectaculares trucos de magia, sino el del lugar donde aprendió sus primeros trucos y el nombre de su maestro. Cuando Copperfield tenía 17 años, sus padres lo mandaron una temporada de vacaciones a estudiar magia con un pariente lejano que tenían en la Ciudad de México: su tío Beto que, además de atender una botica en la colonia Doctores, en sus ratos libres se dedicaba a la desaparición de autopartes y radios de todo coche que dejaran estacionado en los alrededores de su negocio.

Cuando Beto vio a Copperfield en el aeropuerto le dijo que le enseñaría a ser un mago muy famoso y que en su primera lección aprendería a desaparecer joyas. Así, al entrar en una de las joyerías del aeropuerto, casi se le salen los ojos a David cuando vio que, prácticamente de la nada, el tío Beto sacó una ametralladora con la que amenazó al dueño de la joyería al tiempo que le indicaba que pusiera unas piedras preciosas en una pequeña bolsa de tela que el tío traía atada al cuello. En cuanto el joyero depositó las joyas en la bolsita se desató una tremenda balacera de la que, como por arte de magia, el tío Beto y Copperfield lograron huir.

Una vez en casa, el tío Beto, para presumirle a Copperfield la cantidad de esmeraldas y rubíes que habían “desaparecido” de la joyería, sacaba una y otra vez unas cuantas de la bolsita, se las mostraba y las volvía a guardar. Si el mayor número de joyas que sacaba de la bolsita para que al menos dos fuesen esmeraldas o rubíes era el mismo número para que al menos una de las piedras fuese distinta de las otras, ¿cuántas piedras preciosas “desapareció” de la joyería el tío Beto?

Presteza y destreza

En menos de dos semanas el tío Beto le había dado lecciones prácticas al joven Copperfield de como “desaparecer” autos, carteras, bolsas y hasta mascotas y tanques de gas. Sin embargo, en la lección sobre como “desaparecer” el dinero de las bóvedas de un banco tuvieron un contratiempo: las alarmas comenzaron a sonar cuando apenas iban entrando al banco y tuvieron que huir en la camioneta dorada del tío Beto. No es que Beto fuese Fittipaldi o Schumacher, pero lo cierto que ese día manejó la camioneta como todo un piloto de fórmula uno, sin importar congestionamientos, semáforos o peatones. Logró recorrer los 30 km que separaban al banco de su guarida secreta en 108 minutos menos de lo que regularmente tardaba en realizar este mismo trayecto, ya que la velocidad promedio que alcanzó era de 135 km por hora mayor que la velocidad promedio con la que regularmente regresaba del banco a su botica.

¿Cuál era la velocidad promedio alcanzada por el tío Beto en su vertiginosa huida y cuánto tiempo hizo hasta llegar a su guarida secreta?

Presto mentalmente

Para la lección final del curso de magia el tío Beto le dijo a Copperfield: “Una de las cualidades más importantes de un mago de excelencia es ser capaz de adivinar lo que otra persona está pensando. Claro que esto se logra poco a poco, ejercitando cada una de nuestras neuronas. Por ejemplo, para graduarte con diploma de honor en mi curso de magia, concéntrate y adivina en lo que estoy pensando”.

Después de algunos minutos y viendo que Copperfeld no contestaba nada el tío Beto le dijo: “Te voy ayudar un poco. En lo que estoy pensando no se encuentra en la Tierra ni en Saturno, es la segunda de Plutón, en Júpiter no existe, en la Luna es la primera, en Mercurio tampoco hay y es la última en el Sol”.

Si Copperfield obtuvo su diploma de honor del curso, ¿qué fue lo que le contestó al tío Beto?

Soluciones al número anterior

El entremés
Dado que al final le quedaron al vigilante el doble de tortas de huevo que de salchicha, entonces el total de tortas en las bolsas que le quedaron debe de ser un múltiplo de 3, lo cual se cumple si Al Gore se llevó una bolsa que contenía 5, 14, 23 o 29 tortas. Entonces el vigilante se podría haber quedado con las siguientes combinaciones de bolsas: a) 6, 12, 14, 23, 29; b) 5, 6, 12, 23, 29; c) 5, 6, 12, 14, 29; d) 5, 6, 12, 14, 23. Finalmente, dado que parte de las bolsas debe sumar el doble de tortas de las bolsas restantes, la única combinación que cumple con esto es d) por lo que entonces Al Gore se comió 29 tortas.

La conferencia 
A las seis de la tarde.

El origen
Necesariamente lo primero que se tiene que encender son los cerillos

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