Retos 227
Un capitalino ocurrente
Antonio Ortiz
Ilustraciones: Carlos Durand.
Agricultura ciudadana
Azucena no era de Xochimilco —vivía cerca del Zócalo capitalino— pero en uno de sus paseos en trajinera vio un letrero en una chinampa que decía: “Se alquila barato”, y pensando en su futuro se comunicó con el dueño. No podía creer que se alquilara en sólo 10 pesos al mes porque lo único que el dueño quería era que se cultivara y él era muy viejo para hacerlo. Apenas firmó el contrato y pagó la renta adelantada de 10 años, Azucena pensó sembrar miles de plantas de cempasúchil, rosas, gladiolas y margaritas, junto con calabacitas, cilantro, cebollas, maíz, frijol y chiles. Antes de comenzar a sembrar debía arar la chinampa y cuando se enteró de lo que costaba la renta semanal de un tractor y que el precio era el doble si se incluía al chofer, se deprimió. Por fortuna se acordó de su amigo Lino “el ocurrente”; en cuanto le explicó la situación a él se le ocurrió organizar con sus amigos una acampada de fin de semana en la chinampa para ararla entre todos.
El sábado siguiente Lino y más de un centenar de sus amigos comenzaron a arar la chinampa. Fue al atardecer que Lino encontró enterrada una escultura de Coatlicue que de repente cobró vida; las serpientes de su cuello dijeron: “Esta es una chinampa sagrada, todo lo que planten aquí crecerá exuberante; para que esto suceda deben plantar en el centro de la chinampa 10 ahuehuetes pequeños de tal manera que entre todos formen una figura geométrica con cada ahuehuete en 1 de los vértices, y que cada una de las líneas que se formen entre más de 2 arbolitos sea exactamente de 4 ahuehuetes”. Entonces un amigo de Lino dijo: “Yo sé cómo y tiene que ver con un símbolo”.
¿Cómo debían plantar los ahuehuetes?
Agua metropolitana
Tal como lo había predicho Coatlicue, meses después la chinampa comenzó a producir toneladas de flores y verduras a tal grado que los camiones que salían del embarcadero colapsaban el Viaducto Tlalpan. Entonces Lino estudió la situación y sin decir nada; con la ayuda de sus amigos comenzó a quitar la carpeta asfáltica del Viaducto Tlalpan y lo transformó en un canal que salía de Xochimilco y contaba con una serie de filtros para que el agua fuera limpia. Además, con el apoyo de unos científicos de la UNAM, él y sus amigos diseñaron unos motores propulsados por energía solar para las trajineras. De hecho, con el Viaducto transformado en canal, para llegar al Zócalo desde la chinampa de Azucena, una trajinera tardaba 5 minutos menos que el tiempo que hacía al barrio de La Merced y la sexta parte del tiempo que antes tardaba un camión al Zócalo. También, en el mismo tiempo que antes hacía un camión desde la chinampa al Zócalo, ahora una trajinera podía hacer 2 viajes de la chinampa a La Merced y de vuelta a la chinampa (de ida y de vuelta las trajineras hacían el mismo tiempo) y 2 viajes de la chinampa al Zócalo y de vuelta a la chinampa.
El ahorro de tiempo fue tal que la UNESCO le otorgó a Lino el título de “Salvador de la Ciudad de México” por haber tenido la idea de reabrir el cauce de las aguas en el antiguo Viaducto.
¿Cuánto tiempo más hacía un camión de la chinampa al Zócalo en comparación con lo que hacía una trajinera cubriendo la misma ruta?
Ciudadanos urbanos
Con la apertura del canal viaducto Tlalpan, los capitalinos se dieron cuenta de que Lino, el “Salvador de la Ciudad de México”, sería el mejor regente y lo nombraron. Los únicos que no estaban a favor eran los 8 partidos políticos existentes, pero para fortuna de todos los capitalinos no tardarían en desaparecer; entre todos ellos sumaban 100 000 afiliados, pero al día siguiente de que Lino se volviera regente cada 3 días renunciaban a esos partidos 3 600 personas y semanalmente se afiliaban 1 400 personas.
¿Cuántos días pasaron para que los partidos se quedaran sin afiliados?
Soluciones al número anterior
Gritos y sustos
Luli trató de morder a 5 mujeres y 12 hombres
Huesitos, dientecitos y garritas
Luli comió 15 piernas, 15 pechugas, 10 patas y 20 alitas
Destino fatídico
Entre los 3 perritos tardarían 15 horas en desprender la malla de alambre, por lo que fácilmente tuvieron tiempo para escapar.