Retos 305
Español de mis amores
Claudia Hernández García
Ilustración: Santiago Solís Montes de Oca
Un elemento esencial de la comunicación es el contexto, porque puede darnos claridad, pero también meternos en apuros si no tenemos cuidado. Va un botón de muestra.
El típico ejemplo de silogismo que revisamos en clase de lógica es éste que habla de Sócrates: “Todos los hombres son mortales / Sócrates es un hombre / Por lo tanto, Sócrates es mortal.” Podemos confiar en que la conclusión es verdadera porque un silogismo bien construido es una forma válida de obtener conclusiones: mientras las premisas (los dos primeros enunciados) sean verdaderas, podemos confiar en que la conclusión (el tercer enunciado) también lo será.
Amor ingrato
Ahora veamos este otro ejemplo: “Romeo ama a Julieta / Julieta es una palabra de siete letras / Romeo ama a una palabra de siete letras.” Este silogismo está bien construido y la conclusión es válida, pero nos hace dudar en una primera lectura. El primer reto es esbozar cuál podría ser el origen de la confusión. Pista: tiene que ver con la semántica.
Adornos
Todas las personas sabemos que las lenguas occidentales tienen un soporte escrito basado en letras de un alfabeto. Lo que es menos conocido es que se les llama firuletes a los signos que adornan algunas de esas letras. Los del español son el punto (.), la diéresis (ü), la virgulilla (ñ) y la tilde (´). A veces se usan para darle significado a la palabra y a veces son parte esencial de la letra. Seguro puedes pensar en ejemplos de palabras con cada uno de los cuatro firuletes. Un reto más interesante es encontrar palabras con todas las combinaciones posibles de dos firuletes. Pista: empiecen por averiguar de cuántas formas y cómo se combinan los firuletes de 2 en 2.
Dato de cultura general: por ahí leí que la única palabra en español que usa todos los firuletes es pedigüeñería. Si conocen otra, compártanmela, por favor, para no andar divulgando datos incorrectos.
En todos lados
Seguro recordarán que hace unos años la Real Academia de la Lengua Española anunció que ya no era necesario acentuar ciertas palabras porque no había riesgo de ambigüedad (miren, otra palabra con dos firuletes). Una de ellas es solo, que puede usarse como adverbio o adjetivo. Fíjense que la palabra solo se puede colocar al inicio, entre palabras o al final de una frase, como él viaja solo, y todos los casos resultantes tienen sentido. El último reto es encontrar otro ejemplo de palabra que se pueda integrar en cualquier lugar de una frase de manera coherente.
Soluciones núm. 304