Retos 53
Matías “el matemático”
Antonio Ortiz
Las edades
Matías “el matemático” tenía una forma un tanto chistosa de averiguar la edad de las secretarias del Instituto de Matemáticas de la UNAM: primero les pedía que multiplicaran su edad por 7 y que el resultado lo multiplicaran por 1 443. Finalmente les pedía que le dijeran la primera cifra y la última del último resultado obtenido y, sin temor a errar, él les decía su edad ante el azoro de las secretarias. ¿Por qué funciona este procedimiento?
Técnica alterna
Cuando a Matías le fallaba la técnica anterior, más que nada debido a la impericia de la secretaria en turno para hacer multiplicaciones, les pedía lo siguiente para conocer su edad: primero que eligieran un número natural cualquiera, distinto de cero, y que lo multiplicaran por 2 y que al resultado le sumaran 5. Luego, al número así obtenido, que lo multiplicaran por 50.
Ahora bien, si ya había pasado este año (2003) el día de su cumpleaños, que le sumaran 1 753 al número anteriormente obtenido y que si aún no pasaba el día de su cumpleaños que le sumaran 1 752, para después restarle los cuatro digitos del año en que nacieron. Finalmente, Matías les pedía el último resultado obtenido, ya que las dos últimas cifras de éste serán precisamente la edad de la secretaria. ¿Por qué sucede esto?
Cuentas claras, cine seguro
Para hacerse el inteligente, Matías solía hacer el siguiente test: les decía a las secretarias que en un papel, y sin que él lo pudiera ver, escogieran un número entre 1 y 9. Luego que a este número le restaran 5 y que multiplicaran el resultado por 3. Al producto así obtenido, les hacía elevarlo al cuadrado para que después sumaran los dígitos de este último resultado hasta obtener un solo número. Por ejemplo, 44 = 4 + 4 = 8 o 64 = 6 + 4 = 10 = 1 + 0 = 1. A este número, si era menor que 5, les pedía sumarle 5 y si era mayor o igual a 5 les hacía restarle 4. Al resultado así obtenido, ahora les hacía multiplicarlo por 2 y luego restarle 4. A este último número, les hacía corresponderlo con una letra del alfabeto (1 = a, 2 = b, 3 = c, 4 = d, etc.). Luego, les pedía pensar en un país de Europa que comenzara con esta letra, después en un mamífero que empezara con la primera letra del país elegido y finalmente en un planeta que comenzara con la segunda letra del nombre del país. Acto seguido, Matías decía: “Me voy a concentrar para ver en tu mente el planeta y el animal que elegiste, y si tengo razón iremos juntos al cine. A ver, déjame pensar... El planeta que elegiste es Saturno y el animal, el animal... es de color gris... Ah! Es un elefante y el país es España”.
Y créanlo o no, pero Matías siempre iba al cine con la secretaria elegida. Y si lo dudan, repitan los pasos con una amiga o amigo y, luego, piensen en por qué siempre eligen precisamente a España, al elefante y a Saturno.
Soluciones del número anterior
El día que murió James Bond. Cuando el reloj de Bond marcaba las 12 del día, en realidad eran las 11 de la mañana y por eso explotó la bomba, ya que el servicio secreto inglés y la CIA pensaron que tenían 2 horas y media para localizar la bomba.
Sobredosis. Lo que tendría que haber hecho la amiga de Matt Dillon era partir por la mitad cada una de las tres pastillas e irlas separando en dos grupos (uno con las mitades superiores y otro con las inferiores), por lo que al terminar de partirlas, tendría formados dos grupos con 1/2 A, 1/2 B y 1/2 A. De esta manera, al sacar de su sobre una anfetamina más del tipo B, partirla por la mitad y agregar una mitad a cada uno de los grupos formados, éstos quedarían formados por 2 mitades de A y 2 mitades de B. Así, al tomar las cuatro mitades de un solo grupo, estaría segura de tomar una anfetamina de cada uno de los dos distintos tipos.
