Retos 9
Ataque, muerte y poderes paranormales en lunes
Antonio Ortíz

Ilustración: Carlos Durand
El ataque del Chuky
En la película “La novia del Chuky”, eran ya tantas las escenas violentas que los productores decidieron cortar algunas. Una es aquélla en la que el Chuky, al estar peleando con una de las salvavidas de “Guardianes de la bahía”, se resbala y cae en un pozo vacío que tiene 30 metros de profundidad, al tiempo que la muchacha cae desmayada a un lado del pozo. Aun cuando el Chuky está malherido, comienza a escalar el pozo, logrando subir tres metros cada segundo, pero resbalando dos metros al siguiente segundo que descansa. Si la belleza de “Guardianes de la bahía” permanece desmayada exactamente un minuto, ¿logrará el Chuky salir antes del pozo para atacarla?
Muerte sospechosa
Uno de los múltiples trabajos que tuvo Pito Pérez, allá en su natal Guanajuato, fue el de achichincle en una tienda de un abarrotero español. Desde el primer día en que entró a trabajar, Pito Pérez se dio cuenta de que todas las noches, después de cerrar la tienda, el abarrotero aventaba sin ver cien monedas de un peso en una caja fuerte casi repleta de ellas. Con el paso de los días, y como Pito Pérez también era el velador de la tienda, terminó por aprenderse la combinación de la caja y pensó que si todas las madrugadas él extraía la mitad de las monedas que había en ella, tal vez su jefe nunca se daría cuenta. Pero, a la vuelta de varios años, una noche el abarrotero decidió contar todas las monedas que durante años había ahorrado y, al día siguiente, todo el pueblo asistió a su entierro. ¿Por qué habrá muerto el abarrotero?
San Lunes
Para Pedro, el mecánico de la esquina, los lunes son mortales, con toda la cruda encima y todos los clientes esperándolo desde muy temprano en el taller. El primero de ellos, una señora cincuentona extremadamente maniática, quería que le pusiera exactamente un litro de aceite a su coche. Pedro, con los ojos aún lagañosos, se dio cuenta que ya no tenía latas de un litro; sólo un barril de 90 litros de aceite que le entregaron el sábado por la tarde y dos bidones de plástico vacíos; uno de cinco litros de capacidad y otro de tres. ¿Cómo le habrá hecho Pedro para medir un litro de aceite sin desperdiciar una sola gota?
¿Poderes paranormales?
En un centro de estudios paranormales de la nasa hay dos cuartos divididos por una puerta totalmente hermética. En el primero se encuentran cuatro apagadores, todos en la posición de off, y en el otro, un foco conectado a uno de ellos. Para saber si una persona tiene poderes paranormales, los científicos de la nasa diseñaron una prueba que consiste en determinar cuál de los apagadores se encuentra conectado al foco. Un día, hicieron la prueba a McGuiver (el de la tele), cuando tenía 12 años de edad. El niño manipuló por unos momentos los apagadores y pidió permiso para entrar a la habitación donde estaba el foco y confirmar que había encontrado el apagador conectado a éste. El doctor encargado de la prueba le dio permiso y, al regresar del cuarto en el que estaba el foco, McGuiver señaló el apagador correcto. ¿Qué fue lo que hizo McGuiver?
Soluciones del número anterior
Las ovejas de Benito Juárez
Benito Juárez tenía cinco ovejas y Nicéforo siete.
Ánfora defectuosa
Compara nueve ánforas cualesquiera con otras nueve. Si la balanza se equilibra, el ánfora más pesada estará entre las nueve que no se pesaron y si no, entre las nueve del platillo que se incline hacia su lado en la balanza. Dividamos en tres grupos de tres este conjunto y repitamos extremadamente maniática, quería que le pusiera exactamente un litro de aceite a su coche. Pedro, con los ojos aún lagañosos, se dio cuenta que ya no tenía latas de un litro; sólo un barril de 90 litros de aceite que le entregaron el sábado por la tarde y dos bidones de plástico vacíos; uno de cinco litros de capacidad y otro de tres.
¿Cómo le habrá hecho Pedro para medir un litro de aceite sin desperdiciar una sola gota?
la operación. De esta forma, con dos pesadas habremos aislado el ánfora más pesada en un grupo de tres ánforas. Si repetimos la operación una tercera vez, habremos encontrado el ánfora más pesada.
Acertijo
El 123 (al igual que el 132, el 231, el 213, el 312 y el 321) cumple con la condición de que la suma de sus cifras es igual al producto de ellas.